MADRID, 17 (SERVIMEDIA)
Existen estados de activación cerebral que funcionan de un modo distinto en los bebés prematuros, evolucionan rápidamente en las semanas posteriores al parto y condicionan su desarrollo futuro, según identificó un estudio internacional en el que participan investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM).
Según informó la UPM, el trabajo de los investigadores se centra en las diferencias en los patrones de conectividad cerebral dinámica entre bebés prematuros y a término. Para ello, el cerebro de los bebés prematuros se escaneó cerca del momento en que se debería haber producido su nacimiento a término, mientras que el de los bebés a término se escaneó unos pocos días después de nacer.
Los científicos utilizaron imágenes de resonancia magnética cerebral de recién nacidos con una resolución nunca alcanzada dentro del ‘developing Human Connectome Project’ (dHCP), un proyecto del European Research Council. De esta manera, se pueden “estimar” las diferencias en el desarrollo cerebral según el bebé haya estado fuera o dentro del útero materno durante algunas de las semanas del tercer trimestre de gestación, según explicó el investigador de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales (ETSI) de Telecomunicación de la UPM y participante en este trabajo Lucilio Cordero.
Así, el estudio identificó seis estados cerebrales diferentes: tres de ellos abarcaban todo el cerebro y tres estaban limitados a regiones del cerebro (regiones occipitales, sensomotoras y frontales). Al comparar los bebés a término y los prematuros, los investigadores demostraron que diferentes patrones de conectividad están relacionados con el nacimiento prematuro.
Por ejemplo, los bebés prematuros pasaban más tiempo en estados cerebrales frontales y occipitales que los bebés a término. También demostraron que la dinámica del estado cerebral al nacer está relacionada con una variedad de resultados del desarrollo en la primera infancia.
El estudio establece nuevos procedimientos para la “caracterización de perturbaciones” en el normal funcionamiento del cerebro del recién nacido, con potenciales implicaciones en el diagnóstico precoz de las “alteraciones del neurodesarrollo”, dijo Cordero. En particular, los hallazgos de este estudio podrían en el futuro contribuir al diagnóstico precoz de la esquizofrenia, el “trastorno por déficit de atención e hiperactividad, o el autismo”.
Asimismo, la posibilidad de analizar en detalle las dinámicas de activación cerebral puede contribuir al desarrollo de protocolos de prevención e intervención personalizados que permitan “mejorar el curso vital” de los bebés con mayor probabilidad de desarrollar los trastornos o condiciones mentales mencionados anteriormente.
En el trabajo, publicado en la revista ‘Nature Communications’, participaron, además de la UPM, el King’s College de Londrés, la Universidad de Northumbria, la Universidad de Oxford, el Instituto de Salud Carlos III, el Imperial College de Londres, la Universidad de Turku y la Universidad Pompeu Fabra, entre otras instituciones.
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