MADRID, 26 (EUROPA PRESS)
Una tibia de un homínido conservada en el Museo Nacional de Kenia, en Nairobi, ha revelado el posible caso más antiguo de canibalismo, que podría haber ocurrido hace más de 1,45 millones de años, según revela un artículo publicado en la revista ‘Scientific Reports’.
La paleoantropóloga Briana Pobiner identificó una serie de modificaciones en la superficie del hueso en el lado medial del eje proximal que parecían compatibles con las marcas de corte de herramientas de piedra. Ante la duda, la investigadora creó 11 muestras de estas marcas con material de moldeo dental y envió los moldes a sus compañeros Pante y Keevil, de la Universidad Estatal de Colorado (EE.UU.), para que los analizaran y compararan con otras marcas de huesos más modernos sin revelarles el contexto.
Tras comparar los moldes con 898 muestras de diferentes marcas descubrieron que de las once marcas medidas, nueve eran marcas de corte y dos marcas de dientes. De esta manera, seis de las marcas de corte se clasificaron con probabilidades posteriores cercanas o superiores al 90%, lo que indica un alto nivel de confianza en la identificación.
Sin embargo, las dos marcas clasificadas como marcas de dientes se compararon con 163 marcas conocidas infligidas por carnívoros trituradores de huesos y 58 marcas conocidas de carnívoros especialistas en carne. Así, los resultados muestran que ambas marcas se clasifican con marcas hechas por especialistas en carne con probabilidades posteriores del 100%.
Las dos marcas clasificadas como dentales, según los expertos, “son las mas parecidas a las producidas por un felino, en concreto por el león moderno”.
Dada la variabilidad en el comportamiento del león y la presencia de marcas de corte y marcas de dientes en la tibia del homínido fósil, no es posible inferir la causa de la muerte del individuo, ni siquiera del consumidor principal. Sin embargo, la ubicación de las marcas de corte en el eje de la tibia posterior sugiere que probablemente había carne en el cadáver en el momento en que se infligieron las marcas de corte, han señalado los investigadores.
Aun así, han concretado que se desconoce la identidad de la especie que infligió las marcas, ni la del consumido (la especie de la tibia del homínido).
“No existe información sobre si este espécimen ha sido objeto de alguna preparación desde que fue descubierto, aunque no se detectaron daños por preparación o excavación. Las marcas observadas y descritas aquí son del mismo color que el resto de la superficie ósea, por lo que es poco probable que se trate de un daño moderno”, ha detallado Pobiner.
Asimismo, ha añadido que todas las marcas ocurren en la misma área general del eje del hueso, algunas aisladas y otras en grupo, por lo que es “poco probable” que las marcas hayan ocurrido recientemente (después de que se fosilizó el hueso), “porque el color de las marcas no es diferente del color del área del hueso en el que ocurren, y las marcas no son ni orientados al azar ni distribuidos al azar”.
Los expertos atribuyen este caso al canibalismo nutricional, que ocurre “con el único propósito de obtener alimentos” y se puede dividir canibalismo incidental, que se enfoca en la supervivencia; o canibalismo de larga duración, también llamado canibalismo gastronómico o dietético, donde los humanos son parte de la dieta de otros humanos.
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