MADRID, 27 (EUROPA PRESS)
El cambio climático añadió 41 días de “calor peligroso” a 2024 y provocó un “sufrimiento implacable”, según un estudio de World Weather Attribution (WWA) y Climate Central. En él, los científicos reclaman una transición “mucho más rápida” que deje atrás los combustibles fósiles y más preparación por parte de los países para las condiciones climáticas extremas.
WWA y Clima Central son organizaciones compuestas por científicos. La primera se especializa en estudios de atribución, de los que ya ha hecho más de 90, mientras que la segunda estudia el cambio climático y su impacto en la vida de las personas.
En este informe, ambas organizaciones han identificado los “días de calor peligroso” locales calculando el umbral para el 10% de temperaturas más cálidas entre 1991 y 2020. Estos días, que superan el percentil 90 de las temperaturas históricas, están asociados a mayores riesgos para la salud. Tras ello, compararon el número de días que excedieron este umbral con un escenario sin cambio climático.
A lo largo del documento han informado de que, además, el cambio climático tuvo una influencia más fuerte que El Niño en muchos fenómenos meteorológicos extremos. De hecho, han concluido que intensificó 26 de los 29 fenómenos meteorológicos estudiados por WWA, que acabaron al menos con la vida de 3.700 personas y provocaron el desplazamiento de millones de seres humanos.
“Esto se alinea con la tendencia más amplia de que a medida que el planeta continúa calentándose, los efectos del el cambio climático dominan cada vez más sobre otros factores naturales que influyen en el clima”, han advertido los expertos.
De cara a 2025, los autores establecen cuatro resoluciones para abordar el cambio climático y proteger a las personas de situaciones extremas. Estas son el abandono más rápido de los combustibles fósiles; las mejoras en la alerta temprana; la notificación en tiempo real de las muertes por calor; y financiación internacional para ayudar a los países en desarrollo a ser más resilientes.
Joseph Giguere, investigador asociado de Climate Central, ha advertido que las temperaturas lo suficientemente altas como para amenazar la salud humanas “se vuelven más comunes debido al cambio climático”. “En muchos países, los residentes están expuestos a semanas adicionales de calor, llegando al riesgo de umbrales que serían prácticamente imposibles sin la influencia del calentamiento global”, ha advertido.
Por su lado, Friederike Otto, líder de WWA y profesora titular de ciencia climática en el Imperial College de Londres, ha recalcado que la sociedad tiene el conocimiento y la tecnología para alejarse de los combustibles fósiles y acercarse a las renovables, reducir la demanda y frenar la deforestación.
A su parecer, hay que implementar estas medidas y no permanecer “distraídos” por tecnologías como la eliminanación de dióxido de carbono (CO2), que “no funcionará sin hacer todo lo demás primero”. “Las soluciones han estado frente a nosotros durante años. En 2025, todos los países deben intensificar sus esfuerzos para reemplazar los combustibles fósiles con energía renovable y prepararse para el clima extremo”, ha avisado.
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