MADRID, 16 (SERVIMEDIA)
La crisis climática causada por las actividades humanas amenaza la producción mundial de chocolate porque en la última década aumentó la frecuencia de temperaturas máximas diarias por encima del rango de crecimiento del cacao (32 grados) en varios países de África occidental, región que produce el 70% de ese árbol.
Esa es la conclusión principal de un análisis realizado por Climate Central, grupo de especialistas en cambio climático.
El calor excesivo es uno de los factores que pueden afectar al crecimiento del cacao, ingrediente principal del chocolate, que se produce a partir de las vainas de frijol de las plantas de cacao, el cual prospera bajo rangos específicos de temperatura y lluvias.
Las temperaturas de hasta 32 grados son óptimas para el crecimiento del cacao. Por encima de ese valor se pueden reducir la calidad y la cantidad de las cosechas, pero el cambio climático aporta más calor excesivo a las principales regiones productoras de cacao.
40 DÍAS AL AÑO
Climate Central apunta que el cambio climático causado por los seres humanos (por la quema de petróleo, carbón y gas) ha afectado a la frecuencia de las temperaturas máximas diarias por encima de los 32 grados en el cinturón del cacao de África occidental durante los 10 últimos años (2015 a 2024).
El análisis se centró en 44 de las principales regiones productoras de cacao de los cuatro principales países productores de cacao del mundo: Camerún, Costa de Marfil, Ghana y Nigeria.
El cambio climático tuvo el mayor impacto en las regiones productoras de cacao de Costa de Marfil y Ghana, que en conjunto representan más de la mitad de la producción mundial de cacao y sustentan los medios de vida de millones de agricultores y trabajadores.
En esos dos países, la crisis climática agregó alrededor de 40 días al año con temperaturas máximas diarias por encima de los 32 grados durante la última década.
Camerún y Nigeria experimentaron un promedio de 18 y 14 días adicionales al año, respectivamente, de calor limitante del cacao debido al cambio climático.
La mayoría de las áreas productoras de cacao analizadas (28 de 44) experimentaron al menos seis semanas adicionales de calor limitante del cacao cada año por al cambio climático causado por la mano del hombre.
LLUVIAS
Los cambios en los patrones de lluvia pueden afectar aún más el crecimiento del cacao. Unas precipitaciones adecuadas y bien distribuidas son cruciales para las plantas de cacao, que crecen mejor cuando los totales anuales de precipitaciones están entre 1.500 y 2.000 litros por metro cuadrado y periodos secos que no duran más de tres meses.
Los cambios en las lluvias explican gran parte de la variación interanual de la producción, como en 2024, cuando los patrones inconsistentes de precipitaciones provocaron un aumento del precio del cacao que se sintió en el mercado mundial.
No obstante, los precios del cacao subieron un 136% entre julio de 2022 y febrero de 2024 debido, en parte, por el calor excesivo en las regiones productoras.
Climate Central prevé que el cambio climático aumente las transiciones grandes y/o frecuentes entre condiciones muy secas y muy húmedas en muchas partes del mundo, incluida África occidental, lo que podría afectar a la producción de cacao.
OTROS FACTORES
Las amenazas para el futuro de la producción de cacao van más allá de los impactos directos de los cambios en la temperatura y las precipitaciones.
La minería ilegal, el contrabando y la propagación del virus del brote hinchado del cacao a través de infestaciones de cochinillas también afectan a la cantidad y calidad de las cosechas de cacao, elevando los precios del chocolate y creando desafíos adicionales para los agricultores.
Las condiciones cambiantes no solo perjudican los rendimientos de la producción de cacao existente, sino que también probablemente dificultarán el establecimiento de nuevos campos, amenazando la producción continua de cacao en ciertas regiones.
El estudio apunta que los días calurosos por encima de los 32 grados limitan la producción de chocolate y son peligrosos para los trabajadores agrícolas de cacao y sus familias.
Además, el calor extremo agrava otras condiciones de trabajo peligrosas y físicamente exigentes, como la exposición a productos químicos, el levantamiento de cargas pesadas y las largas horas de trabajo.
Muchos productores de cacao ganan menos de un dólar al día y son adultos mayores o niños, grupos que corren un mayor riesgo de enfermedades relacionadas con el calor.
PROPUESTAS
El análisis apunta que algunas adaptaciones pueden ayudar a los productores de cacao a responder a las condiciones cambiantes, pero no pueden prevenir por completo los desafíos y las interrupciones en la producción de cacao.
Esas adaptaciones incluyen la cría de plantas que sean más resistentes al calor y la sequía, la plantación de árboles más altos entre el cacao para crear sombra y el traslado de la producción a áreas donde las condiciones futuras probablemente sean adecuadas.
Sin embargo, puede resultar difícil para los pequeños productores de cacao poner en marcha medidas que pueden ser costosas, requerir mucha mano de obra o conocimientos especializados.
POLINIZACIÓN
Por otro lado, un estudio dirigido por la Universidad de Oxford (Reino Unido) y realizado en tres de los principales países productores de cacao (Brasil, Ghana e Indonesia, que representan un 33% de la producción mundial), indica que aumentar las tasas de polinización por encima de los niveles actuales podría aumentar el rendimiento de este cultivo en un 20%.
“El cacao es polinizado por pequeños insectos como mosquitos y tripes, y resulta bastante sorprendente que la mayor parte del tiempo simplemente no haya suficiente polinización para producir la cosecha de cacao posible”, apunta Acheampong Atta-Boateng, doctoranda en la Universidad de Oxford.
Para apoyar la producción sostenible de cacao, los investigadores recomiendan estrategias prácticas para mejorar la polinización, como mantener la hojarasca y otra biomasa del sotobosque, preservar la materia orgánica del suelo, proporcionar sombra moderada y reducir el uso de productos químicos agrícolas.
Estas prácticas no solo aumentan la abundancia de polinizadores, sino que también ayudan a regular las temperaturas de las plantaciones y a mejorar la salud del suelo, lo que garantiza la resiliencia de las plantaciones a largo plazo.
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