MADRID, 30 (EUROPA PRESS)
El Ministerio de Salud de Sudán ha confirmado en ocho nuevos fallecimientos y otros 128 casos de cólera en el este del país, asolado de nuevo por esta enfermedad por las lluvias torrenciales de estas semanas que han provocado tragedias como la ocurrida el miércoles en el estado de Mar Rojo, donde el colapso de la presa de Arabat ha dejado al menos 30 muertos y decenas de desaparecidos.
La Defensa Civil de Sudán ha elevado a cerca de 150 los muertos a causa de las inundaciones y lluvias torrenciales registradas durante las últimas semanas en varias zonas del país africano, tal y como ha recogido el portal sudanés de noticias Sudan Tribune, en una nueva crisis que se suma al catastrófico conflicto armado que estalló el 15 de abril del año pasdo entre el Ejército y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF).
Solo en el estado de Kassala han sido identificados ya más de 700 casos de cólera, de los cuales 70 se encuentran aislados en un hospital de su capital homónima, según un comunicado del Ministerio de Salud sudanés recogido por la emisora Radio Dabanga, pero existen enormes dificultades para certificar una cifra exacta en todo el país dbido al conflicto armado.
De hecho, en el otro extremo del país, cooperantes humanitarios han informado de 15 muertos y 300 casos solo en la población de Telkok, en Darfur Norte. Por si fuera poco, el Ministerio de Salud del estado Norte ha constatado ya 260 casos de dermatitis bacteriana, una enfermedad muy contagiosa que se extiende por falta de condiciones de salubridad.
Mientras tanto, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) ha pedido este pasado jueves el respaldo de la comunidad internacional para atender a las 50.000 personas desplazadas en los últimos días por las indundaciones en el estado de Mar Rojo y alrededores.
Las lluvias, según la matriz de desplazamiento, han causado que 136.000 personas hayan abandonado el este del país en los últimos días. La mitad de estas personas ya eran de por sí población desplazada por el conflicto armado. El jefe de la misión de la OIM, Mohamed Refat, ha descrito “la escala de este desastre” como “abrumadora”, en medio de “recursos limitados” e incapaces de hacer frente a “una crisis detrás de otra”.
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