MADRID, 05 (SERVIMEDIA)
Un estudio de BBVA Research pone de relieve que internalizar el coste social del carbono habría reducido el bienestar en España en un 1,5% entre 2010 y 2019, y en una media del 1,9% para el conjunto de países del entorno de la OCDE.
Así se desprende del estudio ‘Bienestar y coste social del carbono’ elaborado por el servicio de estudios del banco y publicado este miércoles.
La estimación depende del valor presente que dé la sociedad a los daños esperados, lo que introduce incertidumbre en los cálculos, según aclara BBVA Research.
El estudio parte de que el PIB per cápita es un indicador incompleto del bienestar económico de una sociedad que debería incorporar, además del consumo realizado, la equidad en su distribución, la disponibilidad de tiempo de ocio, la esperanza de vida de la población y el daño generado por las emisiones de CO2.
Para el cálculo, se amplía el índice de bienestar monetario de Jones y Klenow (2016) incorporando el consumo per cápita neto de los daños que producen las emisiones de CO2.
Con ello, concluye que internalizar el coste social del carbono emitido reduciría el bienestar de los países OCDE en aproximadamente un 2% de media en la última década, aunque con diferencias significativas entre ellos. Esta corrección aumentaría en 0,6 puntos porcentuales si se consideran las emisiones consumidas en lugar de las producidas, ya que la mayoría de los países desarrollados son importadores netos de carbono de economías emergentes.
En el caso de España, el bienestar social se reduce en un 1,5%, hasta suponer el 79,6% del de Estados Unidos, usado como referencia. La diferencia con la media del entorno OCDE se debe, en parte a una intensidad de emisiones de CO2 también más baja favorecida por un mix energético con más peso de renovables. España se sitúa por debajo de países como Alemania, Francia e Italia, y por encima de otros como Irlanda, República Checa y Grecia.
El bienestar social promedio de la economía española en 2010-2019 era el 81,1% del de Estados Unidos en 2019 sin tener en cuenta las emisiones de CO2, por debajo del 100,5% calculado para un grupo de ocho economías europeas. España, destacando por su mayor esperanza de vida y tiempo de ocio, registra, sin embargo, un nivel de consumo per cápita más bajo (54%) que muchos países de la muestra y una distribución más desigual del mismo.
En general, España se sitúa por encima del promedio (76%) en relación al bienestar neto, corregido del daño de las emisiones de CO2, de los 36 países considerados en la muestra, ocupando el décimo noveno lugar, justo por detrás de Japón y por encima de Irlanda. No obstante, todavía hay una brecha importante por cerrar respecto a los países más avanzados de la OCDE.
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