MADRID, 30 (SERVIMEDIA)
El Banco Mundial se encargará de gestionar provisionalmente y durante cuatro años el fondo para pérdidas y daños adoptado este jueves durante la ceremonia de apertura de la Cumbre del Clima de Dubái (Emiratos Árabes Unidos), conocida como COP28.
Ese acuerdo tuvo lugar en el Plenario Al Hairat del centro de congresos Expo City Dubai. “Hoy hemos hecho historia. Es la primera vez que se adopta una decisión el primer día de cualquier COP. Y la velocidad con la que lo hemos hecho también es histórica”, comentó Ahmed Al Jaber, presidente de la COP28.
El texto del acuerdo, recogido por Servimedia, señala que el propósito del fondo es “ayudar a los países en desarrollo que son particularmente vulnerables a los efectos adversos del cambio climático a responder a las pérdidas y daños económicos y no económicos asociados con los efectos adversos del cambio climático, incluidos los fenómenos meteorológicos extremos y los fenómenos de evolución lenta”.
Las pérdidas y daños conllevan costes económicos (por ejemplo, reconstruir alguna infraestructura tras una inundación) y no económicos (como la pérdida de saberes ancestrales o culturales, las consecuencias en la salud o la pérdida de biodiversidad).
La COP28 ha asumido la propuesta del comité de transición nombrado tras la Cumbre del Clima de Sharm el Sheij (Egipto), de 2022, de que el Banco Mundial sea el que gestione el mecanismo financiero, algo a lo que se oponían ecologistas y naciones en desarrollo porque ese organismo gestiona préstamos que “ahogan” las economías de países menos desarrollados, según Ecologistas en Acción, y un 24% del dinero iría como gastos de gestión.
PEQUEÑOS ESTADOS INSULARES
Tras el anuncio de la aprobación del fondo para pérdidas y daños, Tracy Carty, experta en políticas globales de Greenpeace Internacional, comentó que supone “un primer paso fundamental” para “las comunidades que menos responsabilidad han tenido en provocar la crisis climática”, y recalcó que se trata de “un fondo que se queda corto para lo que realmente necesitan y que se merecen”.
Los pequeños países insulares, en su mayoría en el Pacífico, venían reclamando desde hace unos 30 años un mecanismo financiero de pérdidas y daños que ayude a sus Estados a paliar los estragos de una crisis climática que ellos no habían causado, sino los países ricos con sus emisiones de gases de efecto invernadero.
Al Jaber apuntó en una rueda de prensa que ese fondo sumaba 420 millones de dólares comprometidos en las primeras horas. Los primeros anuncios procedían de Emiratos Árabes Unidos (100 millones), Alemania (100 millones), Estados Unidos (17 millones), Japón (10 millones) y la UE en su conjunto (al menos 225 millones, donde se incluyen los anunciados por Alemania).
El fondo dispondrá de una secretaría independiente y el Banco Mundial será su gestor provisional durante cuatro años. En principio, podría contar con al menos 100.000 millones de dólares anuales para 2030, aunque los países en desarrollo subrayan que las necesidades reales se acercan más a los 400.000 millones de dólares al año.
APORTACIONES VOLUNTARIAS
Sus contribuciones son voluntarias y el texto indica que “se invita” a organismos de la ONU, bancos multilaterales de desarrollo y organismos bilaterales a hace aportaciones a partir de 2024.
Todos los países en desarrollo pueden acceder directamente a los recursos del fondo, con un porcentaje mínimo de asignación para las naciones menos desarrolladas y los pequeños Estados insulares en desarrollo.
Según un estudio publicado esta semana por la Universidad de Delaware (Estados Unidos), las pérdidas y daños causados por el cambio climático costaron el año pasado alrededor de 1,5 billones de dólares y que los países de ingresos medianos y bajos están expuestos a una pérdida ponderada de un 8,3% del PIB debido a los impactos del cambio climático.
“El trabajo está lejos de haber terminado. Después de que se haya acelerado en la COP28, no podremos descansar hasta que este fondo esté adecuadamente financiado y empiece a aliviar realmente la carga de las comunidades vulnerables. El éxito empezará cuando la comunidad internacional pueda apoyar adecuadamente a las víctimas de esta crisis climática, con un acceso directo y eficaz a la financiación que necesitan urgentemente”, según Pa’olelei Luteru, presidente de la Alianza de Pequeños Estados Insulares (Aosis).
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