Inicio España El Banco de España prevé un crecimiento del 2,8% para 2024, lo...

El Banco de España prevé un crecimiento del 2,8% para 2024, lo que supone un aumento de cinco décimas respecto a las previsiones anteriores

0

MADRID, 17 (SERVIMEDIA)

El Banco de España prevé que el PIB crezca en 2024 un 2,8%, lo que supone cinco décimas más respecto a lo proyectado el pasado mes de junio, debido al “efecto arrastre positivo” que resulta de los nuevos datos de la Contabilidad Nacional Trimestral (CNTR) publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) a finales de julio.

Junto a esta aceleración de la economía, el organismo estima que la inflación se reducirá hasta alcanzar una tasa anual media del 2,9%, una décima menos que sus cálculos de junio. Esta bajada continuaría durante el próximo ejercicio, cuando se situaría en el 2,1%.

Estas son algunas conclusiones de la actualización del organismo de sus proyecciones macroeconómicas para el periodo 2024-2026 publicadas este martes, donde el Banco de España prevé que el PIB este año crezca finalmente cinco décimas más de lo previsto en las proyecciones anteriores de junio, hasta el 2,8%.

Este 2,8% que ahora estima el Banco de España deja la previsión de PIB de este año a cuatro décimas de la del Gobierno, que espera un 2,4%. El Fondo Monetario Internacional (FMI) también elevó recientemente su previsión del crecimiento para España hasta el 2,4% en este ejercicio.

Para 2025, el Banco de España anticipa un 2,2% de avance, tres décimas más que en la anterior proyección, y para 2026 prevé un crecimiento del 1,9%, dos décimas por encima de la revisión de junio.

Según apunta el organismo en el informe, las nuevas proyecciones también contemplan unas perspectivas “algo menos favorables para las importaciones y más positivas para el sector turístico, lo que conlleva una mayor aportación de la demanda exterior neta al avance del PIB tanto en la segunda mitad de 2024 como en el bienio 2025-2026”. En esos dos últimos años, “el dinamismo de la actividad también se vería favorecido por unos tipos de interés que los mercados financieros internacionales esperan que se encuentren sensiblemente por debajo de los anticipados en junio”.

Además, refleja que según los datos de avance de la CNTR publicados por el INE, el crecimiento intertrimestral del PIB en el segundo trimestre se situó en el 0,8%, por encima de lo esperado por el organismo en junio (0,5%). Por su parte, la demanda interna “sorprendió a la baja y únicamente aportó 0,3 puntos porcentuales al avance del producto”, consecuencia de la “relativa debilidad que siguen mostrando el consumo privado y la formación bruta de capital, cuyos ritmos de avance se moderaron entre el primer y el segundo trimestre, del 0,4% al 0,3% y del 1,2% al 0,3%, respectivamente”.

El director general de Economía y Estadística del Banco de España, Ángel Gavilán, afirmó que “una muy buena parte del crecimiento” del trimestre precedente viene del sector turístico” y detalló que el crecimiento intertrimestral del PIB se situará alrededor del 0,6% durante el trimestre en curso.

El Banco de España avisó de que las nuevas reglas fiscales europeas implicarán la necesidad de implementar en España, durante los próximos años, un ajuste presupuestario de en torno a 0,5 puntos porcentuales del PIB al año a partir de 2025. Este ajuste fiscal no está incorporado en las proyecciones presentadas.

Por otro lado, como factores de soporte de la actividad en los próximos trimestres, el Banco de España destaca la relajación gradual de las condiciones de financiación, la reactivación paulatina de la economía europea y global, el crecimiento poblacional previsto, el avance de las rentas reales por la menor inflación y el mayor despliegue de los fondos Next Generation EU.

INFLACIÓN

En cuanto a la inflación, el organismo espera que marque en este año una media del 2,9%, una décima menos que en las proyecciones de junio. Para 2025 espera que baje al 2,1%, lo que supone una décima más que lo calculado anteriormente, y que la tendencia descendente continúe hasta el 1,8% en 2026 (similar a la estimación de hace tres meses). En este aspecto, Gavilán alertó del “riesgo” que presenta la “persistencia de la inflación de los servicios”, así como las “presiones inflacionistas domésticas”.

El organismo explica que la ralentización en el ritmo de avance de los precios prevista para 2025 y 2026 reflejaría una moderación paulatina de la inflación de los alimentos y de la inflación subyacente. En 2024, el cambio responde, fundamentalmente, a la menor contribución al avance de los precios que se espera por parte del componente alimenticio y energético, aspecto que se ve parcialmente compensado por una revisión al alza de la inflación subyacente.

La inflación subyacente seguirá moderándose a lo largo de este año y se situará en el entorno del 2% en el bienio 2025-2026. En concreto, tras alcanzar el 4,1% en el promedio de 2023, esta se reducirá hasta el 2,8% en 2024, el 2,2% en 2025 y el 1,9% en 2026.

El Banco de España apunta que los menores precios observados recientemente en los componentes de alimentos y energía, así como las perspectivas más favorables sobre la evolución futura de los precios del petróleo, que más que compensan los mayores precios mayoristas esperados ahora para la electricidad, implican la revisión a la baja de 0,1 puntos porcentuales en la tasa de inflación media de 2024.

Además, de cara a los próximos meses, indica que la mejora de la producción agrícola, en relación con la registrada la temporada anterior marcada por condiciones meteorológicas adversas, contribuirá a reducir las presiones inflacionarias. Asimismo, subraya que la desaceleración de la inflación de los alimentos previsiblemente se interrumpirá de forma temporal en octubre, como consecuencia de la reversión parcial de la reducción de la tasa del IVA de los productos alimenticios básicos, y de nuevo en enero de 2025, con la reversión completa de dicha reducción.

PARO, DÉFICIT Y DEUDA

En paralelo a estas cifras, el Banco de España mantuvo su estimación de paro para este año en el 11,5%. De cara a 2025 se reducirá hasta el 11% respecto a las proyecciones de junio, que fueron del 11,3%. Para 2026 el informe rebaja también sus previsiones al 10,7%, frente al 11,2% de junio.

El Banco de España reconoce que la tasa de paro continuará reduciéndose “gradualmente” en los próximos años. No obstante, la intensidad con la que la tasa de paro seguirá disminuyendo durante el horizonte 2024-2026 “se verá limitada por la moderación en el ritmo de creación de empleo y por el notable dinamismo previsto para la población activa, debido a unos flujos de inmigración relativamente elevados”.

Además, “el envejecimiento progresivo de la población trabajadora podría estar detrayendo fluidez al mercado laboral”, ya que “algunos indicadores apuntarían a un deterioro de su capacidad para emparejar empresas y trabajadores”. En este sentido, destacó el “estancamiento” observado desde hace un año en los parados de larga duración, “en el entorno de 1,1 millones de personas y con una incidencia que exhibe cierta resistencia a caer por debajo del 40%”. Con ello, alerta de que una buena parte de los desempleados podría tener “carácter estructural”, lo que “dificultaría su reducción mediante avances de la actividad de naturaleza cíclica”.

Respecto al déficit público y la deuda, el Banco de España mantuvo el déficit para este año en el 3,3% del PIB, una cifra que caerá tanto en 2025 como en 2026. Concretamente en 2025 será del 3,1%, mientras que un año después crecerá hasta el 3,2%. En cuanto a la deuda, la ratio sobre PIB mejorará cuatro décimas respecto a las estimaciones anteriores y se situará en el 105,4% este año, continuará en ese nivel en 2025 y se elevará en 2026 hasta el 106,3%.

CONFIANZA EN LAS POLÍTICAS

En el ámbito nacional, el informe recoge la “incertidumbre que persiste sobre la evolución futura del consumo de los hogares y de la inversión empresarial”, debido a que estos han mostrado “un comportamiento más débil del esperado en los últimos trimestres”. De cara al futuro, anticipa que “la dinámica del consumo y de la inversión estará muy condicionada por la evolución que presenten la confianza de los agentes económicos y el nivel de incertidumbre sobre el escenario macrofinanciero global y nacional y sobre las políticas económicas”.

Según el Banco de España, otro factor clave en la evolución de la inversión empresarial está relacionado con el ritmo de ejecución y el impacto de los proyectos asociados a los fondos europeos, aspectos que también “determinarán de manera fundamental el comportamiento futuro de la productividad y de los salarios” en España.


- Te recomendamos -