MADRID, 8 (EUROPA PRESS)
El Banco de España cree que los efectos positivos de las nuevas tecnologías –como robots e Inteligencia Artificial (IA)– sobre la productividad y por la creación de nuevos empleos compensan el impacto negativo que este desarrollo tecnológico ha provocado en el mercado laboral, a través de la pérdida de algunos puestos de trabajo por la sustitución de trabajadores por máquinas.
En una entrada del Blog del Banco de España del asesor Juan Francisco Jimeno, se destaca que las ocupaciones más expuestas a las nuevas tecnologías han ganado peso en el empleo, lo que hace pensar al organismo financiero que el desarrollo tecnológico tiene un mayor impacto positivo en el mercado laboral.
“La evidencia reciente apunta a que las nuevas tecnologías podrían ser complementarias al trabajo humano”, destaca el experto, que mantiene que los efectos de los nuevos desarrollos tecnológicos sobre el empleo “no parecen ser muy diferentes” a lo de las anteriores revoluciones.
En todo caso, desde el Banco de España se ha recomendado una adaptación de los trabajadores a las nuevas demandas del mercado laboral, con una mayor movilidad, para potenciar el impacto positivo de los cambios tecnológicos sobre el empleo y la productividad.
Además, ha subrayado que las políticas activas deben facilitar el desarrollo de las cualificaciones de los trabajadores en el nuevo contexto tecnológico; mientras que las pasivas tienen que proteger a los desempleados sin comprometer los incentivos a la reinserción laboral y el marco institucional favorecer la reasignación y movilidad de los trabajadores entre sectores y ocupaciones.
Adicionalmente, el experto ha indicado que los planes de estudio, tanto de formación profesional como de educación universitaria, deberían adaptarse a los requisitos de las nuevas tecnologías para aprovechar plenamente sus complementariedades con el trabajo humano.
“Solo así podemos aspirar a que las nuevas tecnologías impulsen el crecimiento económico sin perjudicar las oportunidades de empleo ni ampliar las desigualdades económicas”, concluye.
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