MADRID, 7 (EUROPA PRESS)
El banco central de México (Banxico) tomará una decisión de política monetaria en su reunión de este jueves que podría implicar un recorte de 25 puntos básicos en los tipos de interés, tras mantener la tasa sin cambios en sus últimas dos reuniones, en el nivel del 11%.
Atendiendo a los datos de junio, últimos hasta la fecha, la inflación interanual en México se encuentra en el 4,98%, la mayor cifra en lo que va de año, tras experimentar un incremento de casi tres décimas respecto a mayo. Además, en términos mensuales, se dio la mayor alza desde junio de 2022, llegando al 0,38%.
Tras casi un año en el que mantuvo la tasa en el 11,25%, el banco central de México optó el pasado marzo por aplicar un primer recorte de la tasa de 25 puntos básicos, llevando la cifra al actual 11%, tras dos reuniones en las que volvió a optar por la cautela.
En la reunión de junio se apuntó que los retos y riesgos en ambos lados del balance ameritan continuar con un manejo prudente de la política monetaria. Con todo, hacia delante, se prevé que el entorno inflacionario permita discutir ajustes en la tasa.
BBVA RESEARCH ESPERA ESTE RECORTE
El mercado espera que en esta reunión se aplique un recorte de 25 puntos básicos. Es el caso de BBVA Research, que prevé que la mayoría de los miembros de la entidad reconozcan el debilitamiento de la economía y la mayor confianza en las perspectivas de inflación.
No obstante, la repentina depreciación del peso tras la volatilidad global del pasado fin de semana representa un riesgo para este pronóstico.
Además, si bien la inflación en México continuó al alza, la inflación subyacente apunta a acumular 18 meses consecutivos a la baja a pesar de la persistencia de los servicios. “Pensamos que un recorte de tasa está justificado dada la continua desaceleración de la inflación subyacente y los mayores riesgos para la actividad económica”, sostiene BBVA Research.
La volatilidad más reciente del tipo de cambio se explica por un clima global de aversión al riesgo y la política monetaria no debería reaccionar a estos movimientos. Así, el instituto de estudios económicos considera que extender la pausa haría que la postura monetaria se mantuviera muy restrictiva durante 2024 y 2025.
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