MADRID, 14 (SERVIMEDIA)
La Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme) alertó este martes de que si se incrementa este año el salario mínimo interprofesional (SMI) un 4,4%, como defiende la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, el coste para las empresas por cada empleado será de 80 euros al mes, 30 más de los 50 que percibirán los trabajadores en su nómina.
Así se desprende de los datos adelantados por el Servicio de Estudios de Cepyme, que se recogen en el informe sobre la repercusión de la subida del SMI en la pyme española que publica anualmente esta patronal.
El coste salarial mensual para un salario mínimo de 1.184 euros, en 14 pagas, con las cotizaciones sociales a cargo de la empresa y el Mecanismo de Equidad Intergeneracional (que subirá cada año hasta 2029), se sitúa entre los 1.816 y los 1.903 euros, según sea el tipo de cotización por accidentes de trabajo.
Ello arroja una diferencia de entre 78 euros y 81 euros, que suponen un 56% y un 62% más, respectivamente, sobre los 50 euros mensuales propuestos por el Gobierno. Si, además, el coste anual se prorratea entre once meses de trabajo, descontando el mes de vacaciones, el coste salarial efectivo por mes de trabajo está en un rango de entre 1.981 y 2.076 euros.
El SMI se ha incrementado un 73,1% entre 2016 y 2024. Con la subida propuesta por el Gobierno para este año, el incremento acumulado del SMI desde 2016 será del 80,7%.
En este sentido, el informe de Cepyme destaca que este incremento de los costes supone una “onerosa carga para las empresas”, que afecta especialmente a las pequeñas y medianas, cuyos costes laborales acumulan un alza del 18,1% desde 2019.
Además, esta patronal insiste en que, como establece el Estatuto de los Trabajadores en su artículo 27, la subida del salario mínimo debe tener en cuenta la situación económica general, la evolución del IPC, el incremento de la participación del trabajo en la renta nacional y la productividad de la economía.
Sin embargo, desde finales de 2018, el salario mínimo ha crecido casi tres veces más que el IPC (54,1% y 19,4%, respectivamente) mientras cae la productividad de la pyme y se sitúa en niveles de 2015. Por otra parte, esta subida acumulativa tiene un impacto desigual por sectores, lo que, a juicio de Cepyme, “no avala un nuevo incremento con efectos perjudiciales sobre la competitividad y el empleo en las empresas”, así como especialmente dañino para el ramo agropecuario, en mínimos de empleo de los últimos 20 años.
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