MADRID, 4 (EUROPA PRESS)
El arquitecto chino Liu Jiakun (Chengdu, China), ha sido galardonado con elel Premio Pritzker de Arquitectura 2025, por su “obra sobresaliente, de profunda coherencia y calidad constante” con la que “imagina y construye nuevos mundos, libres de cualquier restricción estética o estilística”, según señala el fallo del jurado del máximo galardón mundial en esta disciplina.
Liu, 54 galardonado con el Premio Pritzker de Arquitectura, es el fundador de Jiakun Architecture, fundada en 1999. Nació en Chengdu (China), pero reside y trabaja en su ciudad natal. Será homenajeado en una celebración en Abu Dabi (Emiratos Árabes Unidos) esta primavera y en todo el mundo con una ceremonia virtual en vídeo este otoño.
La carrera de Liu abarca más de cuatro décadas, con más de treinta proyectos que abarcan desde instituciones académicas y culturales hasta espacios cívicos, edificios comerciales y planificación urbana en toda China. Entre sus obras más significativas se incluyen también el Museo de los Relojes, Jianchuan Museum Cluster (Chengdu, China, 2007); el Departamento de Diseño en el nuevo campus del Instituto de Bellas Artes de Sichuan (Chongqing, China, 2006); el Centro de Alojamiento de la Exposición Internacional de Prácticas de Arquitectura de China (Nanjing, China, 2012); el Centro de Comunicaciones del Parque de Software Tianfu de la Zona de Alta Tecnología de Chengdu (Chengdu, China, 2010); y el Barrio Cultural de Songyang (Lishui, China, 2020)
“En lugar de un estilo, ha desarrollado una estrategia que nunca se basa en un método recurrente, sino en evaluar de manera diferente las características y requisitos específicos de cada proyecto. Es decir, Liu Jiakun toma realidades presentes y las maneja hasta el punto de ofrecer, a veces, un escenario completamente nuevo de la vida cotidiana. Más allá del conocimiento y las técnicas, el sentido común y la sabiduría son las herramientas más poderosas que añade a la caja de herramientas del diseñador”, añaden.
Así, señalan que entrelazando aparentes antípodas como la utopía versus la existencia cotidiana, la historia versus la modernidad y el colectivismo versus la individualidad, Liu ofrece una arquitectura afirmativa que celebra la vida de los ciudadanos comunes. En la misma línea, apuntan que defiende el poder trascendente del entorno construido a través de la armonización de las dimensiones culturales, históricas, emocionales y sociales, utilizando la arquitectura para forjar la comunidad, inspirar compasión y elevar el espíritu humano.
“Liu Jiakun eleva el nivel de vida a través del proceso y el propósito de la arquitectura, fomentando conexiones emocionales que unen a las comunidades — ha señalado Tom Pritzker, presidente de la Fundación Hyatt, que patrocina el premio–. Hay una sabiduría en su arquitectura, que mira filosóficamente más allá de la superficie para revelar que la historia, los materiales y la naturaleza son simbióticos”.
Así, según el fallo, en todas sus obras, Liu demuestra una reverencia por la cultura, la historia y la naturaleza, haciendo una crónica del tiempo y reconfortando a los usuarios con familiaridad a través de interpretaciones modernas de la arquitectura clásica china. Además, la flora local y silvestre está presente en todas sus obras, ya que los ladrillos se colocan boca abajo para permitir que la hierba florezca a través de los agujeros centrales, se plantan arboledas de bambú autóctonas en nuevos sitios y los pisos y techos se diseñan con aberturas para permitir la continuidad de los árboles existentes.
“Las ciudades tienden a segregar funciones, pero Liu Jiakun adopta el enfoque opuesto y mantiene un delicado equilibrio para integrar todas las dimensiones de la vida urbana –comenta Alejandro Aravena, presidente del jurado y ganador del premio Pritzker 2016–. En un mundo que tiende a crear interminables periferias aburridas, él ha encontrado una manera de construir lugares que sean edificios, infraestructuras, paisajes y espacios públicos al mismo tiempo. Su trabajo puede ofrecer pistas impactantes sobre cómo enfrentar los desafíos de la urbanización, en una era de ciudades en rápido crecimiento”.
De la misma manera, el fallo señala que el nuevo galardonado crea áreas públicas en ciudades pobladas donde el lujo del espacio está en gran medida ausente, forjando una relación positiva entre la densidad y el espacio abierto. Al multiplicar las tipologías dentro de un proyecto, innova el papel de los espacios cívicos para respaldar la amplitud de los requisitos de una sociedad diversa.
“La arquitectura debe revelar algo: debe abstraer, destilar y hacer visibles las cualidades inherentes de la gente local. Tiene el poder de moldear el comportamiento humano y crear atmósferas, ofreciendo una sensación de serenidad y poesía, evocando compasión y misericordia y cultivando un sentido de comunidad compartida”, expresa Liu.
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