MADRID, 27 (EUROPA PRESS)
El antiguo capitán de la selección de fútbol de Irán Alí Daei ha criticado duramente este martes a las autoridades después de que el lunes se impidiera a su familia viajar al extranjero, después de sus declaraciones en apoyo a las manifestaciones antigubernamentales que se suceden en el país desde septiembre a raíz de la muerte bajo custodia de Mahsa Amini.
Daei ha indicado que las autoridades aeroportuarias “no dieron respuestas” sobre los motivos por los que se impidió que abandonaran el país. “¿Cuál es el motivo? ¿Querían arrestar a terroristas?”, se ha preguntado, antes de incidir en que su esposa no planeaba viajar a Estados Unidos, según ha recogido la emisora Radio Farda.
Según medios oficiales iraníes, sobre la mujer de Daei pesa una prohibición de viaje al extranjero por “participar en disturbios” y “hacer un llamamiento a la huelga”, motivo por el que se habría impedido que viajara a Dubái. Asimismo, estos medios recalcaron que el objetivo de la mujer era viajar al país norteamericano.
Tanto la esposa como la hija de Daei llegaron a embarcar en el vuelo, que sin embargo fue desviado para hacer una parada en la isla iraní de Kish, donde tuvieron que bajarse. “Cuál es el objetivo? Era un viaje corto y querían volver la semana que viene”, ha argüido el exfutbolista, tal y como ha informado la agencia alemana de noticias DPA.
El exjugador iraní ha mostrado en el pasado su solidaridad con los manifestantes, lo que llevó a las autoridades a confiscarle temporalmente el pasaporte. Las autoridades iraníes han ejecutado hasta la fecha a dos personas condenadas por su papel en las movilizaciones, mientras que varios miles han sido detenidas.
La Guardia Revolucionaria de Irán confirmó recientemente que más de 300 personas han muerto desde el inicio de las protestas, en el que supuso el primer balance oficial desde el inicio de las movilizaciones por la muerte de Amini, miembro de la minoría kurda iraní y detenida por supuestamente llevar mal puesto el velo. La cifra es inferior a la facilitada por la ONG Iran Human Rights que apunta a más de 400 muertos a causa de la represión por parte de las fuerzas de seguridad.
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