MADRID, 24 (SERVIMEDIA)
La contaminación atmosférica fue responsable de cerca de 238.000 muertes prematuras en Europa en 2020 por la exposición a largo plazo de partículas finas (PM2.5) por encima del nivel de lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), según un estudio de la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) dado a conocer este jueves.
Las partículas en suspensión, el dióxido de nitrógeno y el ozono troposférico son los contaminantes que causan mayor daño a la salud humana. Las altas concentraciones de contaminación atmosférica tienen un efecto negativo en los europeos, en especial en los que residen en zonas urbanas.
La polución acarrea efectos económicos porque acorta la vida, aumenta los costes médicos y reduce la productividad económica por la pérdida de días de trabajo debido a enfermedades, además de que afecta negativamente a los ecosistemas por daños en suelos, bosques, lagos y ríos, y la reducción de los rendimientos agrícolas.
Según la AEMA, al menos 238.000 personas murieron prematuramente en la UE en 2020 -año en que estalló la pandemia de la covid-19- debido a la exposición a la contaminación por PM2.5 por encima de los niveles recomendados por la OMS, en tanto que la contaminación por dióxido de nitrógeno provocó 49.000 fallecimientos y la del ozono, unas 24.000 víctimas mortales. Estas cifras no se acumulan para evitar el doble recuento en algunas superposiciones en los datos.
En cuanto a las partículas PM2.5, hubo unas 238.000 víctimas mortales en 2020, lo que supone un aumento de un 2,8% respecto a las 231.000 del año anterior. No obstante, hay una paulatina tendencia de descenso desde las 431.000 personas fallecidas en 2005, que marcaron el máximo de la serie histórica de la AEMA.
De hecho, el informe apunta que la calidad del aire de Europa sigue mejorando y el número de personas que mueren prematuramente o sufren enfermedades debido a la polución está disminuyendo. No obstante, la contaminación atmosférica sigue siendo el mayor riesgo ambiental para la salud en el continente, al causar enfermedades crónicas y muertes prematuras.
El 96% de la población urbana de la UE estuvo expuesta en 2020 a niveles de concentraciones de PM2.5 por encima de lo aconsejado por la OMS (cinco microgramos por metro cúbico de aire).
De 2005 a 2020, el número de muertes prematuras por exposición a PM2.5 se redujo en un 45% en la UE. Si esta tendencia continúa, se espera que la UE cumpla el objetivo del plan de acción de contaminación cero de una reducción del 55% en las muertes prematuras para 2030.
BOSQUES Y CULTIVOS
Por otro lado, la contaminación atmosférica también daña los ecosistemas terrestres y acuáticos. En 2020, se observaron niveles dañinos de deposición de nitrógeno en el 75% de la UE, lo que representa una reducción de un 12% desde 2005. El objetivo del plan de acción de contaminación cero de la UE es alcanzar una reducción de un 25% para 2030.
Según la AEMA, el 59% de las áreas boscosas y un 6% de las tierras agrícolas estuvieron expuestas a niveles dañinos de ozono troposférico en Europa en 2020.
Las pérdidas económicas debidas a los impactos del ozono troposférico en los rendimientos del trigo sumaron alrededor de 1.400 millones en 35 países europeos en 2019, con las mayores pérdidas observadas en Francia, Alemania, Polonia y Turquía.
La principal fuente de contaminación por partículas en Europa proviene de la combustión de combustibles en el sector residencial, comercial e institucional, según la AEMA. Estas emisiones están vinculadas principalmente a la quema de combustibles sólidos para la calefacción de edificios.
En 2020, este sector fue responsable de un 44% de las emisiones de PM10 y del 58% de PM2.5. Otras fuentes importantes de estos contaminantes incluyen la industria, el transporte por carretera y la agricultura.
La agricultura también fue responsable de la gran mayoría (94%) de las emisiones de amoníaco y más de la mitad (56%) de las de metano. Para los óxidos de nitrógeno, las principales fuentes fueron el transporte por carretera (37%), la agricultura (19%) y la industria (15%).
En general, las emisiones de todos los contaminantes atmosféricos clave en la UE siguieron disminuyendo en 2020. Esta tendencia ha continuado desde 2005 a pesar del aumento considerable del Producto Interior Bruto (PIB) en la Europa comunitaria durante ese periodo.
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