MADRID, 7 (EUROPA PRESS)
El conocido activista británico-egipcio Alaa Abdelfatá se encuentra en huelga de hambre desde hace una semana en solidaridad con su madre, Laila Sueif, que sigue hospitalizada tras pasar más de cinco meses sin comer en señal de protesta para exigir la liberación de su hijo, según ha informado este viernes su familia.
Sanaa Seif, hermana de Abelfatá e hija de Sueif, ha indicado en un comunicado difundido a través de redes sociales que el activista inició la huelga coincidiendo con el primer día de Ramadán, el pasado 1 de marzo.
“Llevamos meses intentando tener paciencia, pero él no entiende que su madre está luchando por él. Cuando supo que estaba ingresada, no pudo soportarlo más y dejó de comer”, ha explicado su hermana.
“Nosotros estamos con ella, la vemos, y aún así tenemos miedo a que le pase algo. Imagínense alguien que está encarcelado y aislado en todo momento”, ha recalcado Seif a medida que su madre continúa con su huelga de hambre”. “Alaa lleva meses diciendo que quiere empezar una huelga y que no acepta que su madre se ponga en peligro por su culpa”, ha añadido.
Abdelfatá lleva gran parte de la última década entre rejas debido a las críticas vertidas contra las autoridades de Egipto, que le han prohibido salir del país. Además, su familia ha denunciado que el activista nunca ha recibido visita consular alguna durante su periodo en la cárcel.
El activista fue detenido en septiembre de 2019 y en 2021 fue condenado a cinco años de prisión tras ser acusado por difundir noticias falsas. El actual presidente de Egipto, Abdelfatá al Sisi, que llegó al poder en 2013 mediante un golpe de Estado, ha impulsado una amplia campaña de represión y persecución contra opositores, tanto de grupos liberales como de organizaciones islamistas –llegando a declarar a Hermanos Musulmanes como una organización terrorista–.
Su madre, profesora de matemáticas, llevaba en huelga de hambre 159 días –consumiendo únicamente té, café solo y sales de rehidratación– después de que la Justicia egipcia rechazara ponerlo en libertad el pasado mes de septiembre, tal y como estaba previsto. Desde entonces, está ingresada en el Hospital Saint Thomas de Londres, donde ha decidido suspender parcialmente la huelga e ingerir al menos 300 calorías diarias por motivos de salud.
Ahora, sin embargo, ha dicho tener esperanza de que el caso de Abdelfatá salga por fin adelante tras la última llamada telefónica entre el primer ministro británico, Keir Starmer, y Al Sisi, al que ha presionado para que finalmente se produzca su liberación.
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