El 92% de los españoles cree que la respuesta del Gobierno al cambio climático es demasiado lenta
MADRID, 28 (EUROPA PRESS)
El 84 por ciento de los españoles no acepta limitar la calefacción a 19 grados centígrados (ºC) este invierno, aunque el 88 por ciento considera que si no se reduce “drásticamente” el consumo de energía y bienes en los próximos años la población se verá “abocada a una catástrofe mundial”.
Así lo refleja la quinta encuesta del clima del Banco Europeo de Inversiones (BEI) que indica que solo el 16 por ciento de los españoles aceptaría no superar los 19 grados centígrados este invierno, 31 puntos porcentuales menos que en Francia y 16 puntos porcentuales menos que en Italia, donde el 47 por ciento y el 32 por ciento respectivamente aceptarían la norma.
En todo caso, casi un tercio (32%) de los españoles reconoce que ya no puede permitirse calentar su hogar y para paliar los elevados precios de la energía, el 42 por ciento de los españoles consideran que el Gobierno debería reducir a corto plazo los impuestos sobre la electricidad, un porcentaje que asciende hasta el 59 por ciento entre los votantes de extrema derecha. No obstante, hay otras medidas que tienen menos popularidad, como limitar o regular el precio del gas, el petróleo y el carbón (33%) o fomentar el ahorro energético con campañas públicas (16%).
La quinta encuesta sobre clima del Banco Europeo de Inversiones (BEI) refleja también que dos tercios de los españoles opinan que la guerra de Ucrania junto con los precios altos de la energía deberían acelerar la transición ecológica.
LAS ENERGÍAS RENOVABLES, PRIORITARIAS PARA LOS ESPAÑOLES
El vicepresidente del BEI, Ricardo Mourinho Félix, ha destacado que los ciudadanos españoles consideran como “principal” prioridad para hacer frente a la crisis climática y energética mundial acelerar la transición hacia las energías renovables y la implantación de medidas de eficiencia energética.
En concreto, es el 69 por ciento cree que la invasión rusa de Ucrania y sus consecuencias deberían servir de impulso para la aceleración de la transición ecológica, tres puntos más que la media europea, mientras que el 70 por ciento exige que se impongan mayores sanciones a las actividades contaminantes para compensar su coste medioambiental.
Por otro lado, los resultados de la encuesta reflejan que el 63 por ciento de los españoles quiere que los precios energéticos dependan del consumo, de modo que quienes tengan un consumo mayor paguen más.
El BEI valora en su encuesta que después de un año marcado por la invasión rusa de Ucrania, que derivó en la crisis energética actual y aumentó la inflación en toda Europa, sumado a un verano de condiciones meteorológicas extremas, olas de calor y sequías, la población española es “aún más consciente del impacto” del cambio climático y la necesidad imperante de actuar.
Así, si el año pasado los españoles consideraban que el desempleo era el principal reto al que se enfrentaban, aunque sigue siendo motivo de gran inquietud en 2022, un 56 por ciento tenía el mercado laboral como su principal preocupación frente al 45 por ciento de media en la Unión Europea.
Justo por detrás del desempleo, el cambio climático se sitúa después de las cuestiones económicas y financieras, y está experimentando un rápido aumento puesto que ahora el 39 por ciento lo ve como uno de los principales desafíos, frente al 29 por ciento en 2021, especialmente entre los simpatizantes de los partidos de izquierda, donde asciende hasta el 49 por ciento.
Asimismo, el 83 por ciento de los españoles reconoce que ya nota los efectos del cambio climático en su vida diaria, dos puntos más que en 2021. El 88 por ciento opina que si no se reduce drásticamente el consumo de energía y bienes en los próximos años, habrá una catástrofe mundial.
Si bien, el 92 por ciento de los españoles considera que la respuesta del Gobierno es “demasiado lenta” y menos de la mitad, el 45 por ciento cree que España logrará reducir de manera “sustancial” sus emisiones de carbono de aquí a 2030.
Respecto a la clasificación de las prioridades energéticas, los españoles prefieren que el Gobierno priorice el desarrollo de energías renovables (50%) antes de centrarse en la diversificación del suministro energético para evitar depender en exceso de un único proveedor (31%).
El ahorro energético es otra de las prioridades, puesto que el 19 por ciento de españoles dice que los ciudadanos y las empresas deben esforzarse más en reducir su propio consumo. Esta idea está especialmente extendida entre las generaciones más jóvenes (27% de los encuestados de 15 a 29 años).
Por otro lado, los españoles exigen que se impongan mayores sanciones a las actividades contaminantes con el fin de compensar su coste medioambiental (el 70%) y quieren que los precios energéticos dependan del consumo, de forma que quienes más consuman, más paguen (63%).
“En el BEI, llevamos muchos años ofreciendo nuestro apoyo a inversiones innovadoras en energías limpias en España, como plantas solares y rehabilitación energética de edificios. Estamos preparados para recurrir a todos nuestros instrumentos financieros y de asesoramiento para ayudar a España a realizar una transición energética verde justa que no deje que nadie se quede atrás”, ha manifestado Mourinho Félix.
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