MADRID, 17 (SERVIMEDIA)
El 70% de los españoles cree que la sanidad pública no está preparada para atender y tratar a pacientes con alzhéimer y nueve de cada diez se harían una prueba que determinase el riesgo de padecer la enfermedad en el futuro.
Esta son algunas de las principales conclusiones del ‘Estudio de la percepción social del Alzheimer en España’, que se presentó este lunes en la sede de la Fundación Ramón Areces de Madrid y que ha sido elaborado por el Observatorio del Alzheimer y las Demencias, iniciativa impulsada por la Fundación Pasqual Maragall, con la colaboración de Novo Nordisk.
El estudio desvela que casi la totalidad de la población considera necesario invertir más en investigación sobre esta enfermedad y solicita que la sanidad pública financie los nuevos fármacos para tratarla.
También destaca un elevado desconocimiento y desinformación sobre los factores de riesgo del alzhéimer. La población no reconoce la importancia de factores modificables como el estrés (15%), una dieta poco saludable (12%), el consumo excesivo de alcohol (11%) o el insomnio (10%). Este aspecto es relevante en el contexto actual ya que se estima que, mediante la incidencia en 14 factores de riesgo modificables a lo largo de la vida, hasta el 45% los casos de demencia podrían ser evitados o retrasados, refleja el informe.
El director de la Fundación Pasqual Maragall, el doctor Arcadi Navarro, destacó que “este estudio demuestra que es necesario avanzar hacia una nueva priorización del alzhéimer en España, queda mucho trabajo por realizar en ámbitos indispensables como la investigación biomédica, social y sanitaria, el diagnóstico temprano, la atención integral a las personas afectadas y el apoyo a las personas cuidadoras, especialmente a los familiares que ejercen esta labor”.
Sobre el dato de que el 70% de los españoles cree que la sanidad pública no está preparada para atender y tratar a pacientes con alzhéimer, el doctor Navarro aseveró que “es necesario aumentar las capacidades del sistema sanitario para atender a las personas que padecen esta enfermedad y para diagnosticar lo antes posible el deterioro cognitivo. Además, añadió que “dos grandes avances van a abrir una nueva etapa en el diagnóstico y tratamiento del alzhéimer en fases iniciales: el desarrollo de biomarcadores en sangre que permitirán anticipar el diagnóstico y el desarrollo de fármacos que podrían modificar su evolución”.
El 91% de los encuestados apoya un incremento del presupuesto público destinado a la investigación sobre el alzhéimer. Otro importante dato de esta investigación es el respaldo casi unánime sobre la financiación pública de nuevos tratamientos para esta patología: el 92% de la población se muestra favorable.
La llegada de los fármacos modificadores del curso de la enfermedad abre una vía prometedora para abordar la enfermedad de Alzheimer. Actualmente, 164 ensayos clínicos evalúan 127 medicamentos relacionados con esta enfermedad.
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