MADRID, 05 (SERVIMEDIA)
El 69% de los españoles recibe regalos durante el periodo de Navidad que no quiere quedarse y el 18% los ha vendido o se ha planteado hacerlo en el mercado de segunda mano.
Así lo desvela una encuesta publicada por la plataforma Milanuncios junto a Appinio y realizada a 1.000 españoles para analizar “qué harán” con la cantidad de regalos que reciben en estas fechas y que “no aciertan”. Entre otras cosas, pone de manifiesto que las familias han destinado este año una media de 410 euros a las compras de Navidad, un 36% más que el pasado.
De acuerdo con la encuesta, ropa, complementos y perfumes son los regalos en los que “menos aciertan los españoles” y los artículos “más vendidos” tras el día de los Reyes Magos son productos textiles (40,7%) y complementos de moda (22,4%).
El 49% de encuestados ha “revendido” los regalos que no le gustaron después de las festividades y, en cuanto a los motivos que llevan a tomar esta decisión, al 42% “no le servían los productos que recibió” o estos “no funcionaban bien” y el 37% afirmó deshacerse del obsequio porque “no iba a darle ningún uso”.
Los regalos que “menos gustan” a los españoles son los que proceden de amigos y familiares y, para más de la mitad de encuestados (57,3%), los amigos “fallan en sus propuestas”, seguidos de padres (31,3%), tíos (30,7%), parejas (28%), hermanos (23%) y abuelos (18%) .
AL 61% NO LE IMPORTA RECIBIRLOS
Además, el 31% de los encuestados ha comprado alguna vez un regalo de Navidad en una plataforma de segunda mano, sobre todo a familiares y amigos, por el ahorro que esa práctica supone (46%) y por su “sostenibilidad” (35%). Por su parte, al 61% de los encuestados “no le importa” recibir regalos reutilizados.
En este contexto, el portavoz de Milanuncios, Íñigo Vallejo, subrayó que “cada vez más personas” deciden darle “una segunda vida” a esa “gran cantidad de regalos que se quedan guardados en un cajón sin ser utilizados nunca”.
“De hecho, percibimos cómo cada Navidad la población sabe valorar la vida útil de los productos que van desde tecnología hasta moda pasando por artículos de deporte”, abundó, convencido de la posibilidad de que “un objeto no sea útil para una persona, pero sí para otra”.
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