MADRID, 27 (SERVIMEDIA)
El 64% de los productos de alimentación en supermercados de Madrid y Barcelona han subido de precio desde el mes de mayo, frente al 36% que ha bajado. La subida experimentada se sitúa en un 0,9% de media y la tendencia al alza “puede tener continuidad en los próximos meses”.
Así lo desvela un sondeo realizado por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) con una muestra “reducida” de productos en un número “limitado” de supermercados en ambas ciudades y según el cual se “mantiene” la escalada de precios que en el último año se situó por encima del 15%, según su último estudio de supermercados, presentado este martes en rueda de prensa.
Tal y como explicó el técnico especialista en precios de la organización, Miguel Ángel Pascual, el sondeo permite observar que se “mantienen” las “fuertes” subidas en el caso de lácteos, carne de pollo, pastas y arroz, con una media del 5,4%.
Por su parte, un tercio de los productos bajó de precio y la media de los descensos en el periodo analizado fue del 7,3%, concentrado principalmente en frutas y verduras y en el aceite de girasol, cuyo precio fue inferior tras alcanzar cifras “récord” en primavera después de una subida sostenida desde agosto de 2021, que se vio “incrementada” por la invasión rusa de Ucrania.
En el extremo opuesto, la harina de trigo, margarina y los aguacates son productos que han registrado “subidas muy importantes” en los últimos meses, según el sondeo.
A la luz de estos resultados, la directora de comunicación de OCU, Ileana Izverniceanu, advirtió de que la “mala noticia es algo que todos estamos percibiendo en nuestros bolsillos y es que sigue la tendencia alcista”.
“Nos tememos que esa tendencia se puede extrapolar a otros establecimientos y a otros productos”, sentenció, para subrayar que, si los costes de producción, electricidad y transporte “siguen subiendo, el producto que llega a nuestras cestas va a seguir subiendo hasta que no ocurra algo que lo remedie”.
TENDENCIA PESIMISTA
Preguntada por la previsión para los próximos meses, Izverniceanu se mostró “pesimista”, convencida de que los costes energéticos “no van a bajar de momento y el transporte, tampoco”, e hizo hincapié en que la distribución es “un eslabón más, que tiene un margen que no es muy reducido”. “Tiene más margen de maniobra que las familias y que los hogares”, abundó, para urgir al sector a hacer “un esfuerzo” para contener la cesta de la compra.
“Como no se ve en el futuro cercano ninguna medida que ponga freno a esto, creemos que el sondeo que hemos hecho de los cuatro últimos meses va a ser la tendencia a corto y medio plazo”, sentenció.
CESTAS BÁSICAS Y COMPRA COLECTIVA
Tras aventurar la continuidad de las “subidas y la escalada de precios de la alimentación”, la responsable de la OCU insistió en que, para ponerles “coto”, es necesario “suspender temporalmente todos los impuestos vinculados a la energía y, por supuesto vinculados a productos básicos saludables y a la alimentación”.
“Creemos que, temporalmente, es la única medida eficaz y rápida para insuflar un poquito de aire a los hogares, que están ya muy maltrechos”, defendió, al tiempo que también reivindicó la importancia de llevar a cabo compras colectivas de alimentos básicos a través de la colaboración entre distribuidores y asociaciones de consumidores con el fin de “ofrecer productos básicos a un precio razonable”.
Se trata, puntualizó, de un “mecanismo” que lleva utilizándose en Europa desde hace “muchísimo tiempo” y que permite a los consumidores “libremente adherirse a esa compra colectiva o no”.
Por otra parte, OCU cree “conveniente” que, para las familias “vulnerables y numerosas” se creen cheques alimentos que permitan “aliviar” los “problemas” que, según su punto de vista, “están generando los extraordinarios incrementos de precios de la alimentación”.
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