MADRID, 28 (SERVIMEDIA)
El 63% de los grandes consumidores de cannabis a lo largo de su vida muestran una actividad cerebral “reducida” durante una tarea de memoria de trabajo, al igual que el 68% de los consumidores recientes.
Así lo desvela un nuevo estudio publicado este martes en JAMA Network Open, que explora los efectos del consumo reciente y a lo largo de la vida de cannabis sobre la función cerebral durante las tareas cognitivas.
El estudio, el más grande de su tipo que realizado hasta ahora, examinó los efectos del consumo de cannabis en más de 1.000 adultos jóvenes de entre 22 y 36 años utilizando tecnología de imágenes cerebrales.
Los investigadores descubrieron que el 63% de los grandes consumidores de cannabis a lo largo de su vida mostraron una actividad cerebral “reducida” durante una tarea de memoria de trabajo, mientras que el 68% de los consumidores recientes también demostraron un “impacto similar”.
Esta disminución de la actividad cerebral se asoció con un peor rendimiento de la memoria de trabajo, la capacidad de retener y utilizar información para realizar tareas.
PERFILES
En el estudio se considera a los consumidores habituales como adultos jóvenes que han consumido cannabis más de 1.000 veces a lo largo de su vida, mientras que los que lo han consumido entre 10 y 999 veces se consideran consumidores moderados y los que lo han consumido menos de 10 veces se consideran no consumidores.
Los investigadores estudiaron la respuesta neuronal de los participantes durante una sesión de resonancia magnética y les dieron siete tareas cognitivas para completar, que ponían a prueba la memoria de trabajo, la recompensa, la emoción, el lenguaje, las habilidades motoras (como tocar con un dedo para mapear el control cerebral), la evaluación relacional y la teoría de la mente.
De este modo, descubrieron que el cannabis tenía un efecto “estadísticamente significativo” en la función cerebral durante las tareas de memoria de trabajo, lo que significa que es “muy poco probable que el impacto observado se deba a la casualidad”.
“Este efecto se observó tanto en los consumidores de cannabis recientes como en los que habían consumido cannabis durante toda su vida y el impacto fue menos significativo en las otras tareas”, según los científicos.
LOS ESTÁNDARES MÁS ALTOS
En este contexto, el primer autor del estudio, Joshua Gowin, profesor adjunto de radiología en la Facultad de Medicina de la Universidad de Colorado en el Campus Médico Anschutz de la Universidad de Colorado, explicó que los investigadores aplicaron “los estándares más altos, estableciendo umbrales rigurosos para la significación estadística en las siete pruebas de función cognitiva”.
“Para minimizar el riesgo de falsos positivos, empleamos la corrección de la tasa de descubrimiento falso (FDR). Si bien algunas de las otras tareas indicaron un posible deterioro cognitivo, solo la tarea de memoria de trabajo mostró un impacto estadísticamente significativo”, agregó.
Durante las tareas de memoria de trabajo, los investigadores descubrieron que el consumo “excesivo” de cannabis parecía reducir la actividad cerebral en ciertas áreas del cerebro como corteza prefrontal dorsolateral, corteza prefrontal dorsomedial e ínsula anterior, regiones del cerebro involucradas en funciones cognitivas importantes como la toma de decisiones, la memoria, la atención y el procesamiento emocional.
Sin embargo, Gowin mencionó que su investigación también sugiere que abstenerse de consumir cannabis antes de realizar una tarea cognitiva “podría ayudar a mejorar el rendimiento”. “Las personas deben ser conscientes de su relación con el cannabis, ya que la abstinencia repentina también podría afectar su cognición”, añadió.
A este respecto, admitió que todavía “quedan muchas preguntas por responder sobre el efecto del cannabis en el cerebro. Ahora se necesitan estudios a gran escala y a largo plazo para entender si el consumo de cannabis altera directamente la función cerebral, cuánto duran estos efectos y cuál es su impacto en diferentes grupos de edad”.
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