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El 60% del CO2 de la pesca de arrastre llega a la atmósfera en un plazo de nueve años

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MADRID, 18 (SERVIMEDIA)

Un equipo de científicos afirma que la pesca de arrastre de fondo es una nueva fuente de emisiones, puesto que expulsa hasta 370 millones anuales de toneladas de dióxido de carbono (CO2) y hasta el 60% de esa cantidad generada llega a la atmósfera en nueve años.

Además, ese tipo de pesca tiene la mayor huella climática en el este de China, el mar Báltico, el Mar del Norte y el mar de Groenlandia. Así se explica en un estudio publicado este jueves en la revista ‘Frontiers in Marine Science’.

Mientras el mundo se esfuerza por reducir las emisiones causadas por los combustibles fósiles, la deforestación y otras fuentes, el estudio indica que la pesca de arrastre de fondo (el acto de arrastrar una pesada red de pesca a través del fondo del océano) es una importante fuente de contaminación atmosférica por carbono.

Un estudio anterior encontró que parte del carbono del sedimento perturbado se convierte en dióxido de carbono bajo el agua. El nuevo trabajo revela que entre el 55% y el 60% del CO2 producido bajo el agua por la pesca de arrastre de fondo llegará a la atmósfera dentro de nueve años.

Se calcula que la cantidad de carbono que la pesca de arrastre de fondo libera a la atmósfera cada año duplica las emisiones anuales provenientes de la quema de combustible de toda la flota pesquera mundial (alrededor de cuatro millones de embarcaciones).

“Sabemos desde hace mucho tiempo que arrastrar pesadas redes de pesca (algunas del tamaño de diez aviones 747) a través del fondo del océano destruye la vida y los hábitats marinos”, indica Trisha Atwood, de la Universidad Estatal de Utah y National Geographic Pristine Seas (EstadosUnidos).

Atwood añade: “Recientemente hemos descubierto que la pesca de arrastre de fondo también libera columnas de carbono, que de otro modo se almacenarían de forma segura durante milenios en el fondo del océano. Nuestro estudio es el primero en demostrar que más de la mitad del carbono liberado por la pesca de arrastre de fondo finalmente escapa a la atmósfera en forma de dióxido de carbono en un lapso de aproximadamente 10 años, contribuyendo al calentamiento global”.

DATOS DE 1996 A 2020

El estudio fue realizado por un equipo global de expertos en clima y océanos de la Universidad Estatal de Utah, el Instituto Goddard de Estudios Espaciales de la NASA, la Universidad de California en Santa Bárbara, la Universidad de Columbia y la Universidad James Cook y National Geographic Pristine Seas.

Los investigadores utilizaron datos mundiales sobre la pesca de arrastre entre 1996 y 2020, y modelos sofisticados para calcular qué cantidad de CO3 producido por esa actividad ingresa finalmente a la atmósfera.

La nueva investigación identifica áreas oceánicas donde las emisiones de carbono provenientes de la pesca de arrastre son especialmente altas, como el Mar de China Oriental, el mar Báltico y el Mar del Norte y el mar de Groenlandia.

Los investigadores concluyen que el sudeste asiático, la bahía de Bengala, el Mar Arábigo, partes de Europa y el Golfo de México también son probablemente fuentes importantes de emisiones de carbono debido a la pesca de arrastre, pero carecen de datos suficientes sobre el alcance y la intensidad de esa actividad pesquera en estas áreas.

El nuevo estudio también evalúa qué sucede con el carbono que queda atrapado en las aguas del océano después de la pesca de arrastre. Concluye que entre un 40% y un 45% del carbono total desprendido del fondo del océano por la pesca de arrastre permanece en el agua, lo que lleva a una mayor acidificación de las aguas. Este aumento de acidez daña la vida vegetal y animal de la zona donde se desarrolla la actividad pesquera.

“Hay más problemas con la pesca de arrastre de fondo que solo los impactos del carbono: la biodiversidad y la sostenibilidad, por ejemplo”, indica Gavin A. Schmidt, director del Instituto Goddard de Estudios Espaciales de la NASA, quien concluye: “Pero esta ‘deforestación marina’ es lo suficientemente grande como para ser observada y evaluada. Con suerte, esto puede conducir a esfuerzos políticos que puedan intentar maximizar los beneficios en todos los impactos”.


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