MADRID, 28 (SERVIMEDIA)
Los coches SUV (vehículos utilitarios deportivos) representaron el año pasado un 48% de las ventas mundiales de automóviles en el mundo, lo que supone un nuevo récord anual y un aumento de las emisiones globales de CO2 relacionadas con la energía.
Así se desprende de un análisis realizado por la Agencia Internacional de la Energía (AIE) y difundido este martes.
Esas ventas fortalecieron la tendencia automovilística de este siglo: el cambio hacia coches cada vez más grandes y pesados.
Entre las causas, según la AIE, están el atractivo de los SUV como símbolo de estatus, sus posibles mejoras en comodidad y las estrategias de marketing de los principales fabricantes de automóviles.
En las economías avanzadas, las ventas de SUV alcanzaron alrededor de 20 millones el año pasado y superaron por primera vez una cuota de mercado del 50%.
Esta preferencia por vehículos más grandes se extiende también a las economías emergentes y en desarrollo, donde la participación de los SUV en las ventas totales de automóviles refleja esta tendencia.
Hoy en día, más de uno de cada cuatro automóviles que circulan por las carreteras del mundo son SUV, la mayoría de los cuales resultan ser vehículos convencionales con motor de combustión interna.
Si bien solo un 5% de los SUV que circulan actualmente son eléctricos, representan una proporción cada vez mayor de las ventas de automóviles eléctricos. En 2023, más del 55% de las matriculaciones de coches eléctricos nuevos fueron SUV.
QUINTO EMISOR DEL MUNDO
Los SUV pesan entre 200 y 300 kilos más que un automóvil de tamaño mediano promedio, normalmente ocupan casi 0,3 metros cuadrados más de espacio y emiten cerca de un 20% más dióxido de carbono (CO2).
La tendencia hacia automóviles más pesados y con menor consumo de combustible aumenta la demanda de energía, incluido el uso de petróleo y electricidad, así como la demanda de metales básicos y minerales críticos necesarios para la producción de baterías.
Entre 2022 y 2023, el consumo mundial de petróleo directamente relacionado con los SUV aumentó en más de 600.000 barriles por día, lo que representa más de una cuarta parte del crecimiento anual general de la demanda de petróleo.
En 2023, había más de 360 millones de SUV en las carreteras de todo el mundo, lo que generó emisiones de CO2 relacionadas con la combustión de 1.000 millones de toneladas, unos 100 millones de toneladas más con respecto a 2022.
Esto representó más de un 20% del crecimiento de las emisiones globales de CO2 relacionadas con la energía el año pasado, lo que equivale a la mitad del crecimiento de las emisiones derivadas del sector eléctrico mundial.
En comparación con los automóviles más pequeños, los SUV también están asociados con mayores emisiones indirectas resultantes de la producción de los materiales utilizados para fabricarlos.
Si se clasificara entre los países, la flota mundial de SUV sería el quinto mayor emisor de CO2 del mundo, solo por detrás de China, Estados Unidos, India y Rusia, y por delante de Japón y varias otras economías importantes.
- Te recomendamos -