MADRID, 18 (SERVIMEDIA)
El 45% de la población mundial, unos 3.500 millones de personas, padece enfermedades bucodentales y tres de cada cuatro afectados viven en países de ingresos bajos y medios, principalmente personas con discapacidad o mayores.
Así lo revela el nuevo ‘Informe sobre el estado de la salud bucodental mundial’ publicado este viernes por la Organización Mundial de la Salud, que proporciona la primera imagen completa de la carga de enfermedades bucodentales con perfiles de datos de 194 países y según el cual los casos globales han aumentado en 1.000 millones en los últimos 30 años, una “clara indicación de que muchas personas no tienen acceso a la prevención y el tratamiento”, según la OMS.
Las enfermedades orales más comunes son la caries dental, que afecta a unos 2.500 millones de personas; la enfermedad grave de las encías, que sufren 1.000 millones; la pérdida de dientes, causada principalmente por dicha enfermedad; y los cánceres orales, de los que cada año se diagnostican alrededor de 380.000 nuevos casos.
El informe denuncia las “flagrantes desigualdades” en el acceso a los servicios de salud bucodental, con una “enorme carga” de enfermedades y afecciones bucodentales que, según la OMS, afectan a las poblaciones “más vulnerables y desfavorecidas”.
“Las personas con bajos ingresos, las personas con discapacidad, las personas mayores que viven solas o en hogares de ancianos, las que viven en comunidades remotas y rurales, y las personas pertenecientes a grupos minoritarios soportan una mayor carga de enfermedades bucodentales”, apostilló esta agencia de la ONU, que señaló como factores de riesgo el alto consumo de azúcar, todas las formas de consumo de tabaco y el consumo nocivo de alcohol.
Entre las “principales barreras” para brindar acceso a los servicios de salud bucal, recordó que el cuidado de la salud oral “requiere altos gastos” y que su prestación depende “en gran medida” de proveedores “altamente especializados” que utilizan equipos y materiales “costosos de alta tecnología” y cuyos servicios “no están bien integrados con los modelos de atención primaria de la salud”.
Junto a ello, lamentó que los sistemas “deficientes” de información y vigilancia, “combinados” con una “baja prioridad para la investigación en salud bucal pública” son otros de los “obstáculos importantes” para el desarrollo de intervenciones y políticas de salud bucal “más efectivas”.
En este contexto y con el fin de “mejorar el estado de la salud bucodental mundial”, la OMS abogó por “adoptar un enfoque de salud pública al abordar los factores de riesgo comunes” a través de la promoción de una dieta “bien balanceada” y baja en azúcares, reducir el consumo de tabaco y alcohol y mejorar el acceso a pasta dental con flúor “eficaz y asequible”.
En paralelo, urgió a planificar servicios de salud bucodental “equitativos” y a mejorar su integración en la atención primaria de la salud, además de “fortalecer” los sistemas de información mediante la recopilación e integración de datos de salud bucodental en los sistemas nacionales de vigilancia de la salud, entre otras medidas.
El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, reconoció que la salud bucodental “se ha descuidado durante mucho tiempo en la salud mundial, pero muchas enfermedades bucodentales pueden prevenirse y tratarse con las medidas rentables descritas en este informe”. “La OMS se compromete a brindar orientación y apoyo a los países para que todas las personas, donde sea que vivan y sean cuales sean sus ingresos, tengan los conocimientos y las herramientas necesarias para cuidar sus dientes y boca y acceder a los servicios de prevención y atención cuando los necesiten”, sentenció.
“Poner a las personas en el centro de los servicios de salud bucodental es fundamental si queremos lograr la visión de la cobertura sanitaria universal para todas las personas y comunidades para 2030”, dijo la doctora Bente Mikkelsen, directora del departamento de Enfermedades No Transmisibles de la OMS, convencida de que el informe, que utiliza los últimos datos disponibles del proyecto Global Burden of Disease (GBD), la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) y las encuestas mundiales de la OMS, “brinda retroalimentación oportuna y relevante a los tomadores de decisiones a nivel nacional”.
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