MADRID, 15 (SERVIMEDIA)
El 30% de la población alérgica adulta y el 15% de la población alérgica pediátrica que estaba controlada antes de la erupción volcánica ha empeorado sus síntomas bronquiales después de seis meses tanto en la zona de exposición alta como en la intermedia, según un estudio en el que participa la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (Seaic).
El estudio, presentado este jueves con motivo del primer aniversario de la erupción, tiene como objetivo determinar cómo la erupción volcánica ha afectado a la patología alérgica de su población adulta e infantil de la isla de La Palma, así como los síntomas cutáneos-rinoconjuntivales.
Para ello, los especialistas estratificaron La Palma en diferentes zonas dependiendo del nivel de exposición y en función del índice de la calidad del aire.
Así, se consideró zona de alta exposición el área que comprende los municipios de El Paso-Los Llanos-Tazacorte; la zona de exposición intermedia contempla los municipios de Villa de Mazo, Breña Alta-Breña Baja, Santa Cruz de la Palma y Fuencaliente, además del área de baja exposición integra la zona norte de la isla, que es la utilizada como grupo control.
La gerente del Hospital Universitario de La Palma, Mercedes Coello, reconoció la importancia de estos estudios para monitorizar los cambios en la salud provocados por los efectos directamente atribuibles al volcán y conocer sus consecuencias a corto, medio y largo plazo.
Los resultados demostraron que los síntomas rinoconjuntivales se exacerban durante la erupción con correlación directa con el grado de exposición, con una recuperación casi completa al cabo de seis meses. Mientras que, los síntomas cutáneos empeoraron en un 10% de la población, tanto en la población adulta como pediátrica, volviendo a la normalidad medio año después.
En los síntomas bronquiales, la alergóloga del Hospital Universitario de La Palma y miembro de la SEAIC, la doctora Zulay Almeida, señaló que el empeoramiento ocurrió de forma similar en la zona alta e intermedia exposición y añadió que, aunque el volcán haya sido declarado apagado, la población continúa expuesta a cenizas que se removilizan con el viento.
Por su parte, la responsable del servicio de Alergología del Hospital Universitario de Gran Canaria Dr. Negrín, la doctora Teresa Carrillo, matizó que el estudio pretende evaluar el impacto que va a tener la inhalación de material particulado, como gases y cenizas, en la población alérgica de la isla, “y no en la población general”, a corto y largo plazo.
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