El organismo especifica que un tercio de los menores en la Franja requiere apoyo psicosocial por traumas relacionados con la violencia
MADRID, 6 (EUROPA PRESS)
Alrededor de uno de cada cuatro refugiados palestinos en la Franja de Gaza sufre problemas de salud mental, según ha alertado este viernes Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA), que ha especificado que un tercio de los menores en el enclave palestino requiere apoyo psicosocial por traumas relacionados con la violencia.
La organización ha resaltado en un comunicado que esta crisis de salud mental ha empeorado durante los últimos años y ha explicado que la exposición a la violencia en Cisjordania y la Franja de Gaza son algunas de las razones por las que la población refugiada palestina “cada vez sufre más”.
Así, ha recordado que la población gazací ha sufrido seis ofensivas militares israelíes en los últimos 15 años, operaciones que se han saldado con la muerte de centenares de civiles, a lo que se suma el bloqueo impuesto a la Franja desde 2007 por Israel y Egipto. La UNRWA ha manifestado además que la situación en Cisjordania “no es mucho mejor” por las operaciones del Ejército y los ataques por parte de colonos.
“Vivir con tranquilidad es algo prácticamente imposible para palestinos y palestinas. Cuando una persona está traumatizada porque ha visto morir a sus hijos y hay otra ofensiva en la que de nuevo otro familiar pierde la vida o tú mismo eres herido o mutilado, es realmente difícil superar el trauma”, ha manifestado la directora de UNRWA España, Raquel Martí.
De esta forma, la organización ha manifestado que de un total de 182.595 pacientes examinados en centros de salud de la agencia durante los últimos cuatro años, uno de cada cinco tiene necesidades de asistencia psicológica, con una tasa del 26,4 por ciento en el caso de Gaza. En este sentido, los informes revelan una alta incidencia de problemas de salud mental y angustia, con la depresión, la epilepsia y la psicosis como los problemas con mayor prevalencia.
“Entre los efectos más graves estamos viendo niños que han perdido completamente el habla, que tienen pesadillas y mojan la cama por la noche, que pierden capacidad de concentración, algo que les afecta mucho en los estudios, que tienen comportamientos agresivos hacia ellos mismos y un aumento considerable de suicidios entre los más jóvenes”, ha explicado Martí.
Asimismo, el preocupante número de suicidios en los últimos años ha puesto en relieve un creciente problema de salud pública en los Territorios Palestinos Ocupados, especialmente en Gaza, según la UNRWA, que ha hecho hincapié en que las cifras no reflejan la magnitud del problema, pues al suicidio se le asocia un estigma social y los casos podrían pasar desapercibidos.
“Son situaciones muy difíciles de tratar puesto que la mayor parte de la población está traumatizada, no solo los menores, también sus padres y el resto de los familiares, así como el personal sanitario, psicólogos y psiquiatras”, ha agregado. “Vivir en Gaza o en Cisjordania bajo ocupación limita absolutamente todos los derechos de palestinos y palestinas, algo con lo que conviven desde hace 75 años. Las consecuencias psicológicas son indescriptibles”, ha remachado.
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