Biden llama a replantear los simulacros de tiroteos en escuelas para que sean menos traumáticos
MADRID, 26 (EUROPA PRESS)
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha adoptado una batería de medidas para perseguir la violencia relativa a las armas en el país norteamericano y que contempla, entre otras cuestiones, un análisis preciso para perseguir los objetos fabricados con impresoras 3D y la manipulación de pistolas o armas semiautomáticas para incrementar su capacidad de disparo.
Un año después de establecer una oficina específica para la prevención de este tipo de violencia, la Casa Blanca ha anunciado una nueva orden ejecutiva con la que busca “acelerar los avances”, resaltando por ejemplo que la tasa de homicidios cayó en la primera mitad del año un 17 por ciento y que los tiroteos masivos acumulan ya un descenso del 20 por ciento.
La orden establece una nueva unidad para examinar amenazas y que deberá, en un plazo de tres meses, presentar un informe que analice cuál es el grado de implantación de las armas fabricadas con impresoras 3D. Dado que no tienen número de serie, son especialmente atractivas como instrumento para acciones criminales e incluso en algunos casos pueden ser indetectables en controles de metales.
La Casa Blanca ha avisado de que la tecnología de impresión avanza “con rapidez” y, por tanto, “pueden aumentar de manera repentina” los riesgos asociados a este tipo de armamento.
Por otra parte, a las autoridades norteamericanas le preocupa la extensión de los aparatos que permiten mejorar la capacidad de disparo de armas –se puede llegar a los 20 disparos por segundo–. Entre 2017 y 2021, se ha incautado más de 5.400 de estos aparatos, un 570 por ciento más que en el lustro previo.
Son dispositivos “pequeños, baratos y fáciles de instalar”, hasta el punto de que se pueden imprimir también en apenas media hora y con un coste aproximado que no llega a los 40 centavos.
SIMULACROS EN ESCUELAS
Otro de los focos de esta orden ejecutiva gira en torno a los simulacros de tiroteos en centros educativos, una práctica recurrente en Estados Unidos pero que puede implicar “daños colaterales”. En concreto, el Gobierno federal cree que es necesario mejorar la eficacia de estos preparativos pero también “prevenir o minimizar cualquier trauma”.
Biden insta a los ministerios de Educación y de Seguridad Interior a coordinarse con la Fiscalía y con el Departamento de Sanidad para publicar en 110 días un informe sobre este ámbito, con el objetivo de que escuelas e institutos puedan tener una serie de protocolos a su disposición.
Asimismo, el Gobierno federal quiere promover nuevas medidas en materia de almacenamiento de armas de fuego o comprobación de antecedentes para quienes quieran acceder a ellas, con una vigilancia específica sobre jóvenes menores de 21 años o líneas rojas relativas a personas que “muestren claros signos de estar pasando una crisis o ser un peligro para ellos mismos o para los demás”.
Tanto Biden como su número dos y candidata demócrata a las elecciones de noviembre, Kamala Harris, son partidarios de universalizar este tipo de comprobaciones, si bien sus demandas requieren de una mayoría del Congreso que por ahora se antoja inalcanzable, en gran medida por el rechazo frontal de la amplia mayoría del Partido Republicano.
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