MADRID, 23 (EUROPA PRESS)
El Gobierno de Estados Unidos ha denunciado este jueves las amenazas de las autoridades malienses de enjuiciar a los contribuyentes de un informe del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos que recogía “firmes indicios” sobre la responsabilidad de Malí en una masacre de 500 personas en la ciudad de Moura.
“La amenaza de las autoridades malienses de enjuiciar a los contribuyentes del informe sobre Moura y su llamamiento a la salida de la Misión Multidimensional Integrada de Estabilización de la ONU en Malí (MINUSMA) lo dejan claro: temen la rendición de cuentas”, ha declarado el portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Matthew Miller.
El portavoz, además, ha mostrado el apoyo de Washington “al personal de Naciones Unidas que da voz a las víctimas de abusos y violaciones”, según una publicación en su perfil oficial de la red social Twitter.
El ministro de Exteriores de Malí, Abdoulaye Diop, exigió la semana pasada ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas la “retirada sin demora” de la MINUSMA, liderada por El Ghassim Wane, al alegar que la misión “parece convertirse en parte del problema al alimentar las tensiones comunitarias exacerbadas por acusaciones de extrema gravedad y que son muy perjudiciales para la paz, la reconciliación y la cohesión nacional”.
Las relaciones del país con la misión se han visto afectadas a su vez por el mencionado informe de la ONU sobre la matanza de más de 500 personas en marzo de 2022 en la ciudad de Moura (centro), en el que se apuntaba al Ejército como principal responsable.
“El Gobierno rechaza vigorosamente las conclusiones de ese informe sesgado”, explicó Diop ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, agregando que las imágenes obtenidas por satélite por los investigadores constituyen un delito de “espionaje”. Asimismo, Diop, que dedicó unos minutos a describir la labor de las Fuerzas Armadas durante la masacre, reiteró la oposición de Bamako a “toda tentativa de instrumentalización y politización de los Derechos Humanos”.
El líder de la junta militar de Malí, Assimi Goita, ya había puesto el foco sobre la MINUSMA en estos últimos meses, reclamándole una mayor colaboración con el Ejército a la hora de llevar a cabo sus operaciones. La misión tiene desplegados ‘cascos azules’ en el país desde 2013, si bien las relaciones se han deteriorado a raíz de los golpes de Estado liderados por Goita en agosto de 2020 y mayo de 2021 y los aplazamientos por parte de la junta a la hora de fijar un calendario electoral para una transición democrática.
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