MADRID, 28 (EUROPA PRESS)
Estados Unidos ha reclamado a las autoridades enfrentadas en Libia “un diálogo constructivo” para abordar el reciente repunte de las tensiones, en el marco de un encuentro entre un alto cargo militar estadounidense y Jalifa Haftar, que apoya a las autoridades asentadas en el este del país, enfrentadas al Gobierno reconocido internacionalmente.
El jefe del Mando África de Estados Unidos (AFRICOM), Michael Langley, y el encargado de negocios estadounidense en Libia, Jeremy Berndt, se reunieron el martes con Haftar en la localidad de Benghazi (este) para destacar “la importancia de preservar la estabilidad de Libia” y abogar por “una desescalada”.
“Estados Unidos pide a todos los actores libios que participen en un diálogo constructivo, con apoyo de la Misión de Apoyo de Naciones Unidas en Libia (UNSMIL) y la comunidad internacional”, ha dicho la Embajada estadounidense en un mensaje publicado en su cuenta en la red social X tras el encuentro.
Así, ha destacado que Langley y Berndt trasladaron a Haftar “el compromiso de Estados Unidos a la hora de reforzar la asociación con los libios en todas las partes del país, así como el apoyo estadounidense a los esfuerzos libios a proteger la soberanía de Libia, en medio de los desafíos de seguridad en la región”.
Las tropas lideradas por Haftar anunciaron a principios de agosto una movilización hacia el suroeste del país, en medio de las informaciones sobre la presencia de mercenarios de Africa Corps –anteriormente conocido como Grupo Wagner–, que apoya a las fuerzas de las autoridades asentadas en el este de Libia.
Las tensiones han aumentado además debido al nombramiento de de Abdelfatá Abdelgafar como nuevo gobernador del Banco Central de Libia, uno de los escasos lazos entre las dos autoridades y engranaje fundamental de las operaciones financieras relacionadas con las exportaciones de petróleo.
Abdelgafar, quien era hasta ahora vicegobernador del Banco Central, aseguró el martes en su primera rueda de prensa en Trípoli que el Banco Central seguirá trabajando para proteger los intereses de la población, al tiempo que garantizó a los organismos financieros internacionales que el banco continuará sus operaciones.
“Trabajamos en línea con estándares de transparencia y nuestro objetivo es desarrollar y modernizar el Banco Central de Libia y sus mecanismos de trabajo”, sostuvo, antes de criticar la “inflexibilidad de la anterior administración a la hora de ejercer sus funciones” y asegurar que el banco asegurará los pagos de los salarios a la población.
De esta forma, pidió a su predecesor, Sadiq al Kabir –cesado tras el secuestro y posterior liberación del jefe de sistemas informáticos del banco–, que “entregue los números secretos (en referencia a las contraseñas) para poder pagar los salarios de los libios y proteger los bienes e inversiones en el extranjero”.
Esta nueva crisis es una demostración más del largo conflicto administrativo que sacude al país desde hace más de una década a raíz de la detención y ejecución en 2011 del entonces líder del país africano, Muamar Gadafi, en el marco de una guerra civil desatada al hilo de la ‘Primavera Árabe’.
El país lleva años sacudido por una disputa que enfrenta al primer ministro, Abdulhamid Dbeibé, con las autoridades del este que tienen en el presidente de la Cámara de Representantes, Aguila Salé, y a Haftar a sus hombres fuertes, con numerosos grupos armados entre medias que buscan consolidar su poder en diferentes partes del país, incluida la capital, Trípoli.
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