MADRID, 27 (EUROPA PRESS)
El Departamento de Estado estadounidense ha asegurado que los aranceles y las sanciones anunciados este domingo por el nuevo jefe de la Casa Blanca, Donald Trump, contra las autoridades colombianas en represalia por su rechazo a la llegada de dos aviones con migrantes deportados, permanecerán hasta que el país latinoamericano “cumpla con sus obligaciones de aceptar el regreso de sus propios ciudadanos”.
“Las medidas continuarán hasta que Colombia cumpla con sus obligaciones de aceptar el regreso de sus propios ciudadanos. Estados Unidos no dará marcha atrás cuando se trate de defender sus intereses de seguridad nacional”, ha asegurado a través de un comunicado.
“El Departamento de Estado seguirá aplicando y dando prioridad a la agenda de ‘Estados Unidos primero'”, ha añadido en alusión al lema principal de campaña del republicano ‘Make America Great Again’ (Hagamos a Estados Unidos Grande de Nuevo).
El organismo encabezado por el secretario de Estado, Marco Rubio, ha confirmado asimismo que ha ordenado “inmediatamente la suspensión de la emisión de” visados en la sección consular de su Embajada en la capital colombiana, Bogotá, y ha indicado que “ahora está autorizando sanciones de viaje a individuos y sus familias, que fueron responsables de la interferencia de las operaciones de vuelos de repatriación de Estados Unidos”.
Estas declaraciones llegan horas después de que el presidente estadounidense haya anunciado la imposición de aranceles del 25 por ciento de forma inmediata que pasarán al 50 por ciento en el plazo de una semana “sobre todos los bienes que lleguen a Estados Unidos”, “sanciones de visado contra todos los miembros del partido, familiares y simpatizantes del Gobierno colombiano”, además de prohibir la entrada y revocar los visados de los “cargos del Gobierno colombiano y todos sus aliados y simpatizantes”.
Todo ello en represalia por la decisión del presidente colombiano, Gustavo Petro, de desautorizar la entrada de dos aviones con inmigrantes deportados de Estados Unidos defendiendo que “un migrante no es un delincuente y debe ser tratado con la dignidad que un ser humano merece” y porque se trataba de aviones militares. “En aviones civiles, sin trato de delincuentes recibiremos a nuestros connacionales. Colombia se respeta”, planteó.
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