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Durante su encuentro en el Vaticano, el Papa sostuvo una conversación de 40 minutos con Díaz-Canel, mientras que en las afueras del lugar, una docena de exiliados cubanos protestaban en Roma

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ROMA, 20 (EUROPA PRESS)

El Papa ha recibido este martes 20 de junio al presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, con el que ha conversado durante 40 minutos mientras una docena de exiliados del país caribeño en Roma protestaban a pocos metros del Vaticano para pedir la liberación de los presos políticos arrestados tras las multitudinarias protestas antigubernamentales de Cuba de las últimas semanas.

Según ha informado el Vaticano, en la primera audiencia celebrada en el Vaticano entre ambos, ambos mandatarios se han detenido en la “importancia de las relaciones diplomáticas entre la Santa Sede y Cuba, evocando la histórica visita de san Juan Pablo II en 1998, de la que se celebra el 25 aniversario”.

Asimismo, señala que también “se detuvieron en la situación del país y en la contribución que ofrece la Iglesia, especialmente en el ámbito de la caridad”. Han tratado igualmente “algunos temas internacionales de interés mutuo” y se ha subrayado “la importancia de mantener el compromiso de promover siempre el bien común”.

Mientras el encuentro tenía lugar en el interior del Vaticano, a pocos metros, una decena de manifestantes cubanos afincados en Italia han protestado en contra del recibimiento del Papa. Envueltos en la bandera de Cuba y al ritmo de la música del país, los opositores al régimen cubano gritaron consignas en contra de la represión política, del exilio forzado y de una supuesta legitimación del Vaticano del Gobierno de Díaz-Canel.

Aunque no se ha mencionado si se ha tratado la cuestión en las informaciones oficiales de ambas partes, el Vaticano lleva intentando interceder por la liberación de un millar de presos cubanos, 700 de ellos encarcelados tras las manifestaciones del pasado 11 de julio de 2021, desde principios de año. En febrero, el Pontífice envió al cardenal Beniamino Stella, nuncio apostólico del Vaticano en La Habana desde 1993 a 1999 y organizador clave de la visita de Juan Pablo II a la isla en 1998, como emisario a Cuba.

El cardenal señaló entonces ante los medios que “Cuba debe ser libre de toda injerencia y sometimiento, como también debe ser una Cuba donde sus hijos sean hombres y mujeres libres”. Además, indicó que el Papa deseaba “mucho que haya una respuesta positiva” del régimen cubano ante las peticiones de la Iglesia por la liberación de los manifestantes luego de las masivas protestas antigubernamentales.

“Un placer verlo”, ha dicho Díaz-Canel al encontrarse con Francisco, según informa el diario oficialista ‘Gramma’. “Me encanta que vengas”, ha respondido el Papa. A través de su cuenta de Twitter, el mandatario cubano ha trasladado que la conversación con Francisco ha sido “franca”. “Confirmamos amplias coincidencias en temas acuciantes de la agenda internacional para la humanidad”, ha asegurado.

Además, ha puntualizado que también han hablado sobre la “realidad cubana actual” y, en particular “del severo impacto” en la población del “bloqueo económico recrudecido”.

Francisco ha entregado a Díaz-Canel una obra de arte de bronce que representa una paloma portando una rama de olivo, con la inscripción “Sed mensajeros de la paz”, además del Mensaje para la Paz de este año, el documento sobre la fraternidad humana y el libro sobre la Statio Orbis del 27 de marzo de 2020, editado por la LEV.

El presidente de Cuba, que también se ha alegrado por la mejora de la salud del Papa, le ha regalado una escultura en plata, bronce y madera, titulada ‘El lector’, y dos volúmenes de poetas cubanos: ‘Las miradas perdidas’, de Fina García Marruz y, sobre todo, ‘La luz del imposible’, de Cintio Vitier, intelectual católico más tarde cercano al castrismo, que teorizó los cambios y el crecimiento socio-espiritual de la isla caribeña tras la Revolución de Fidel Castro.

El dirigente se convierte así en el tercer mandatario cubano que viaja al Vaticano desde el triunfo de la Revolución Cubana en 1959, puesto que sus predecesores, Fidel Castro y su hermano Raúl, lo hicieron, respectivamente, en 1996 y 2015.


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