MADRID, 20 (EUROPA PRESS)
El responsable de la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios en Afganistán (OCHA), Daniel Endres, ha indicado este domingo que 38 cooperantes humanitarios han muerto en Afganistán, la mayoría miembros de equipos de vacunación contra la polio o trabajadores en tareas de desminado, durante los dos últimos años en el país centroasiático.
“Saludamos su coraje y celebramos su dedicación, para todos aquellos que han perdido la vida o han sido secuestrados, un total de 38 trabajadores muertos, muchos de los cuales en la lucha contra la polio o las minas”, ha lamentado en declaraciones recogidas por la cadena Ariana.
Tanto la vacunación contra la polio y el desminado son tareas extremadamente peligrosas debido a que el sector más fundamentalista de la población es radicalmente contraria a las vacunas y algunos talibán consideran a los equipos médicos internacionales como espías extranjeros, mientras que el país está repleto de munición sin detonar tras décadas de guerras.
Una treintena de cooperantes fallecieron en el país durante los dos años precedentes, antes de la reconquista talibán que culminó el 15 de agosto de 2021.
El coordinador aprovechó para criticar la decisión del régimen talibán de impedir el trabajo de las cooperantes humanitarias por el mero hecho de ser mujeres que, con frecuencia, actúan como el “único salvavidas” para innumerables mujeres y niñas en peligro.
El responsable de la OCHA también ha lamentado que “el número de personas a las que se dirige la asistencia alimentaria se ha reducido de 13 millones iniciales a principios de año a nueve millones en marzo, y cinco millones de personas en mayo”.
Además, más de 260 instalaciones de atención médica fijas y móviles se han visto obligadas a suspender sus servicios, lo que restringe severamente el acceso a la atención médica primaria para dos millones de personas”, declaró la agencia de la ONU en un comunicado.
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