MADRID, 06 (SERVIMEDIA)
Las compañías farmacéuticas en España asumieron un sobrecoste superior a los 1.500 millones de euros en 2021 y 2022 debido “únicamente” al alza de los precios de la energía, el transporte marítimo y las materias primas.
Así lo desvela el informe sobre el ‘Impacto de la inflación en el sector farmacéutico español’ de Analistas Financieros Internacionales (Afi), encargado por Farmaindustria y que cuantifica, en concreto, en 1.505 millones de euros en el bienio 2021-2022 los sobrecostes agregados de este periodo inflacionista sobre las empresas farmacéuticas presentes en España, “a pesar” de las medidas acordadas entre el Gobierno español y autoridades europeas para fijar un límite al precio del gas, según precisó este martes Farmaindustria en un comunicado en el que agregó que, del total, 504 millones se produjeron en el año 2021 y 1.001, en 2022.
El estudio subraya que se trata de una cantidad superior a todo el gasto en I+D del sector en 2020, que ascendió a 1.267 millones de euros, o a los costes laborales anuales de 25.000 empleados de la industria farmacéutica española, y que este “impacto” sobre la situación financiera de las empresas farmacéuticas “se vería agravado” porque operan en un sector con precios regulados y, “en la práctica, rígidos al alza”.
PRECIO DE LA ENERGÍA
Para los expertos, el “principal responsable” de este “impacto” en el periodo analizado fue el aumento del precio de la electricidad, el gas y el petróleo, que supuso que la factura energética del sector farmacéutico se incrementase durante el bienio 2021-2022 en “cerca de 820 millones de euros”.
El “grueso” del sobrecoste (67%) se produjo en 2022, cuando las empresas del sector afrontaron una factura energética “cinco veces mayor que la de 2020”. “La factura energética de la industria farmacéutica representó en 2021 y 2022 el 4,9% y el 7,7% del total de costes, respectivamente, más del doble de lo habitual en otros años”, sentenció la Afi.
Por su parte, el incremento de los precios del transporte marítimo generó un sobrecoste para el sector de “cerca” de 83 millones de euros, originados “en su mayor parte” por el aumento del precio de los fletes en las rutas marítimas que conectan España con el sudeste asiático, principalmente en 2022.
En paralelo, un “gran número” de empresas trasladaron a los precios de sus productos sus “mayores” costes energéticos, lo que, según el estudio, “se ha reflejado en un encarecimiento de las materias primas empleadas en los procesos de fabricación de fármacos”, con un sobrecoste que “rondaría” los 200 millones de euros en 2021 y los 400 millones para el conjunto de 2022.
COMPETITIVIDAD EXTERIOR
Junto a ello, el informe advierte de que el “impacto” de la inflación “puede afectar” a la “competitividad” exterior de la industria farmacéutica española, al entender que “cualquier variación” de los costes de producción “puede alterar la competitividad en precio de las exportaciones farmacéuticas españolas”, puesto que estas “pueden haberse encarecido más que las de su competencia en los principales mercados de destino”.
A este respecto, según el informe, en 2022 las exportaciones y las importaciones de productos farmacéuticos fueron 30 y 15 veces superiores, respectivamente, a las registradas en 1995.
Tras puntualizar que “muchas” empresas farmacéuticas españolas “no tienen el margen económico suficiente para asumir completamente esos sobrecostes”, el informe subraya que los sobrecostes de 2021 supusieron 2,8 puntos porcentuales de la cifra de ventas de la industria farmacéutica en España en dicho año y los de 2022 representaron el 5% de la facturación.
Según el análisis de Afi, además, los sobrecostes “continúan en el 2023”, mientras que en el 2024 se esperan incrementos salariales derivados de la cláusula de garantía salarial del convenio colectivo de la industria química en torno al 12%.
“El ajuste salarial supondría un impacto medio en la industria farmacéutica del 2,3% de su cifra de negocio en 2024, y ello sin contar el impacto del incremento general de las cotizaciones a la Seguridad Social”, sentenció la Afi, convencida de que, de llevarse a cabo “en su integridad”, este coste adicional que habrían de asumir las compañías el próximo ejercicio “repercutirá de forma más importante en aquellas compañías que generan más valor añadido en el país y tienen más empleo”.
- Te recomendamos -
