MADRID, 30 (EUROPA PRESS)
En torno al 35 por ciento de la población española tiene estrés y ansiedad derivada de los ruidos de su alrededor, y es que un tercio cree que viven rodeados de ruidos que pueden dañar su audición, especialmente en épocas de festividades navideñas, cuando se generan muchos ruidos en la vía pública, razón por la que especialistas en Audiología recomiendan usar protectores para hacerles frente.
“Esta exposición tan concentrada a sonidos altos puede tener un impacto significativo tanto en la salud auditiva como en la salud en general. Hay que tener en cuenta que por encima de los 85 decibelios mantenidos durante un tiempo se puede producir una pérdida auditiva temporal o permanente y por encima de los 120 decibelios el daño puede ser irreversible”, ha advertido José Luis Blanco, responsable de Audiología de Oticon en España.
La música alta en las calles, las aglomeraciones, los fuegos artificiales, los petardos o el tráfico pueden contribuir a dañar los oídos o a causar una pérdida auditiva, tanto temporal como permanente, e incluso acúfenos (que pueden desaparecer a las horas o mantenerse en casos de exposición prolongada) y es que un informe de la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) muestra que en numerosas ciudades españolas los niveles de ruido durante las navidades exceden los límites recomendados para proteger la salud, establecidos en 65 decibelios durante el día y 55 decibelios por la noche, y llegando a registrarse 80 decibelios en algunos picos.
Para hacer frente a todo ello, los audiólogos de Oticon han recomendado usar protectores de ruido frente a sonidos fuertes, sobre todo si se va a estar cerca del uso de petardos o se tiene previsto asistir a exhibiciones de fuegos artificiales, que pueden superar los 120 decibelios.
Asimismo, han aconsejado reducir el volumen al máximo y alejarse de las fuentes de sonido, evitando gritar y elevar la voz, o reduciendo el volumen de televisores o reproductores de música en las reuniones sociales y familiares que tienen lugar en estas fechas.
Los expertos también han recomendado permanecer alejados, en la medida de lo posible, de los altavoces o de los propios instrumentos de espectáculos de calle, como las bandas de música, cabalgatas, entre otros.
En caso de que no sea posible, además del uso de los protectores, se puede reducir el tiempo de exposición a estos ruidos, pues más de 15 minutos en un entorno que sobrepasa los 85-95 decibelios “puede ser perjudicial”.
Además, han recalcado la “especial importancia” que tiene proteger a los niños, pues su sistema auditivo no está desarrollado al completo y, por tanto, es más sensible, razón por la que se debe “tener cuidado” a la hora de ofrecer juguetes con sonidos muy intensos.
Estos especialistas han instado a evitar la producción de ruido, pues consideran que cada persona produce a diario gran cantidad de ruido de “manera innecesaria”, por lo que creen necesario respetar el silencio de los demás, y así contribuir a reducir el ruido causante de la contaminación acústica.
Para ello, se puede minimizar la velocidad del tráfico, emplear electrodomésticos silenciosos, limitar el ruido en las horas de descanso, hablar sin gritar o reducir el volumen de la música en los lugares de ocio, entre otras medidas.
Por último, han recomendado acudir a un profesional especializado en audición, pues “es conveniente realizar una revisión auditiva al año para conocer el estado de la audición”.
Los audiólogos han recordado que la pérdida auditiva es acumulativa, progresiva y gradual, que es necesario cuidar la audición desde las edades más tempranas y que, por tanto, es recomendable hacer descansos breves y alejarse de fuentes de sonido fuertes.
En caso de notar un daño auditivo persistente y que no desaparezca una vez evitada la exposición al ruido, será “necesario concertar una cita con un profesional de la audición para valorar una posible pérdida auditiva”.
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