MADRID, 03 (EUROPA PRESS)
Bien es sabido que el embarazo viene marcado por una época de cambios, los senos y el sistema inmunológico sufren modificaciones para garantizar la salud tanto de la madre como del bebé, pero lo que hasta ahora no se conocía es que el intestino también cambia completamente
Un equipo internacional de investigación dirigido por Josef Penninger y Masahiro Onji, de la Universidad Médica de Viena, explica este nuevo hallazgo, publicado en la revista Nature, y señala que este cambio en el intestino da como resultado una duplicación de la superficie intestinal y una sorprendente reorganización estructural.
Los investigadores han observado que las vellosidades intestinales se reorganizan durante el embarazo y la lactancia y aumentan significativamente de tamaño, duplicando su superficie. Para ello, han estudiado ratones modificados genéticamente y en organoides intestinales de ratones y humanos (tejidos tridimensionales autoorganizados derivados de células madre del intestino).
Desde el punto de vista mecanístico, los investigadores identificaron el sistema receptor RANK/ligando RANK (RANK/RANKL) como la clave del agrandamiento de las vellosidades del intestino delgado durante la reproducción, que está regulado por las hormonas sexuales y de la lactancia. Cuando se modificaron a los ratones para que carecieran del sistema RANK/RANKL en el intestino, la expansión de las vellosidades durante el embarazo y la lactancia se vio significativamente afectada.
Desde hace décadas, los expertos han estudiado el sistema RANK/RANKL como un facilitador clave de procesos esenciales conservados evolutivamente. El grupo de Penninger ya ha identificado funciones clave del sistema RANK/RANKL en el recambio óseo, en la biología de la glándula mamaria, en el cáncer de mama y en la tolerancia inmunológica durante el embarazo, lo que ha contribuido al desarrollo de medicamentos contra la pérdida ósea utilizados por millones de personas y está llevando a cabo ensayos clínicos para la prevención del cáncer de mama y las inmunoterapias contra el cáncer.
Además, han descubierto ahora que estos cambios intestinales, que parecen ser completamente reversibles cuando se deja de amamantar, son importantes para una alimentación y nutrición adecuadas de los bebés. “Nuestro estudio muestra que la alteración de esta expansión intestinal por la falta del sistema RANK/RANKL durante el embarazo modifica la leche de las madres lactantes. Esto da como resultado un menor peso de los bebés y consecuencias metabólicas transgeneracionales a largo plazo”, explica el autor principal, Masahiro Onji.
“Las madres necesitan comer para ellas mismas y para sus bebés. Estos nuevos estudios proporcionan por primera vez una explicación molecular y estructural de cómo y por qué el intestino cambia para adaptarse a la mayor demanda de nutrientes de las madres, lo que probablemente sucede en todos los mamíferos gestantes y lactantes”, añade el director del estudio, Josef Penninger.
Asimismo, la adaptación de las madres a las exigencias del embarazo y la lactancia sigue siendo una cuestión central para la evolución y la salud humana. Durante esta fase, las hormonas femeninas influyen en múltiples órganos para controlar y modificar su estructura y funciones, lo que es decisivo para la salud de la madre y el desarrollo de la descendencia.
Se sabía que las mujeres embarazadas tienen mayores necesidades de nutrientes, pero este aspecto fundamental no había sido bien estudiado hasta ahora. “Al identificar el sistema RANK/RANKL como la fuerza impulsora de la adaptación intestinal durante el embarazo y la lactancia, nuestro estudio contribuye a una comprensión más profunda de los procesos biológicos que son de importancia fundamental para la evolución y la salud humana”, resume Josef Penninger.
Esta expansión masiva está controlada por las hormonas sexuales y del embarazo, que modifican las células madre del intestino a través del sistema RANK/RANKL y luego dan a la célula intestinal una señal de supervivencia para que crezca mucho más. Este crecimiento conduce a una casi duplicación de la superficie intestinal, lo que también aumenta la maquinaria molecular para la absorción de azúcar, proteínas y grasas, e incluso conduce a un profundo cambio arquitectónico en las vellosidades intestinales, que probablemente ralentiza el flujo de alimentos, maximizando de nuevo la absorción de nutrientes.
“Nuestro equipo ha descubierto una nueva y sorprendente forma en que los cuerpos de las madres cambian para mantener sanos a los bebés. Casi nadie lo sabía, aparte de unos pocos estudios antiguos que en gran medida han caído en el olvido. También hemos descubierto que este sistema, a través de las células madre, puede afectar directamente a los tumores en el intestino; tal vez podamos aprender de las madres embarazadas y lactantes para reconfigurar reversiblemente este sistema para desarrollar nuevos tratamientos y una mejor comprensión del cáncer intestinal o la regeneración intestinal”, concluye Josef Penninger.
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