SANTA CRUZ DE TENERIFE, 5 (EUROPA PRESS)
El instrumento DRAGO-2, desarrollado por el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) y lanzado en enero desde Cabo Cañaveral, ha enviado sus primeras imágenes de la Tierra desde el espacio que muestran una resolución seis veces mayor a la de su predecesor DRAGO-1.
La cámara espacial DRAGO-2 (Demonstrator for Remote Analysis of Ground Observations), lanzada al espacio el 4 de enero, es el segundo instrumento desarrollado por el equipo de IACTEC-Espacio y observa en el infrarrojo de onda corta, también denominado SWIR (Short-Wave Infrared), un rango invisible para el ojo humano pero, sin embargo, muy útil para múltiples estudios y aplicaciones.
Las primeras imágenes han sido expuestas a los medios de comunicación este miércoles en un acto que ha contado con la presencia del vicepresidente del Cabildo de Tenerife, Enrique Arriaga; el comisionado para el PERTE Aeroespacial, Miguel Belló; el director del IAC, Rafael Rebolo, y el investigador principal del proyecto IACTEC Espacio, Álex Oscoz.
En el sector de ‘New Space’, en el cual trabaja IACTEC-Espacio, más de la mitad de las misiones fracasan pero el equipo ha conseguido su segundo éxito en apenas unos pocos años.
“Pocos equipos en el mundo han hecho algo parecido, lograr unos hitos tan importantes en tan poco tiempo”, declara en una nota Álex Oscoz, investigador principal del proyecto.
DRAGO-2 es el modelo sucesor de DRAGO-1, el cual se puso en órbita en 2021, y la principal mejora que presenta frente a su antecesor es la resolución de la cámara.
Alba Peláez, ingeniera óptica de IACTEC-Espacio, explica que “DRAGO-2 tiene un objetivo distinto y más complejo, con seis veces más focal, y eso es lo que hace que tenga mucha más resolución”.
Tras un diseño, fabricación y pruebas complejas a cargo del equipo de IACTEC-Espacio, DRAGO-2 se lanzó al espacio a principios de año a bordo de un cohete Falcon 9 de la empresa SpaceX.
El dispositivo, a su vez, está integrado dentro del portador de satélites ION-SCV 007 Glorious Gratia de la empresa italiana D-Orbit.
Unos días después del lanzamiento, el 17 de enero, contactó por primera vez con los equipos de tierra, momento en el que se hicieron las comprobaciones necesarias de todos los subsistemas para verificar su correcto funcionamiento.
IMÁGENES DEL 21 DE FEBRERO
Así, el 21 de febrero pudieron tomarse las primeras imágenes de DRAGO-2.
La primera publicada por el equipo corresponde a una zona del estado de Malí, una región que se caracteriza por la escasez de agua y el calor extremo, lo que incrementa el riesgo de incendios forestales.
De hecho, en la imagen de DRAGO-2 se muestran nuevos focos de incendios.
Estos se pueden distinguir más claramente cuando se comparan con las imágenes de días anteriores y posteriores tomadas por SENTINEL-2, una flota de varios satélites de gran tamaño y última generación desarrollada por la Agencia Espacial Europea (ESA).
“La órbita de DRAGO-2 no coincide con las órbitas de SENTINEL-2, lo cual es una gran ventaja, dado que así podemos complementar sus imágenes”, señala el ingeniero de software Ignacio Sidrach-Cardona.
La región seleccionada para la segunda imagen tomada por la cámara infrarroja se corresponde con una zona al sur de Turkmenistán, cerca del Mar Caspio.
“Se trata de una región con una orografía muy escarpada y con grandes contrastes, todo un reto para una cámara del tamaño de DRAGO-2”, explica la ingeniera óptica Xana Delpueyo.
A pesar de ello, en la imagen obtenida se distinguen infraestructuras humanas como carreteras y una población, así como el relieve montañoso de la zona.
El siguiente objetivo del equipo de IACTEC-Espacio, correspondiente a la tercera imagen recibida, pertenece a Mizorán, un estado de la República de la India.
En ella se puede observar claramente tanto el gran relieve montañoso que tiene la zona como su extensa vegetación.
La cuarta colección de imágenes corresponde al estado de Queensland, en Australia, una zona de grandes contrastes, en la que destacan terrenos áridos a pesar de la presencia de los ríos estacionales, que destacan enormemente en el infrarrojo.
Tal y como indica Rafael Rebolo, director de IAC, “como se puede comprobar, estas primeras imágenes de DRAGO-2 presentan una gran calidad y permiten distinguir numerosos y diversos fenómenos naturales, todo ello apunta a futuros resultados y aplicaciones muy prometedores, entre los que se encuentra la aplicación de técnicas de súper-resolución a las imágenes de la cámara, lo que permite mejorar incluso su calidad”.
PEQUEÑAS CÁMARAS, GRANDES LOGROS
Las cámaras DRAGO suponen un nuevo concepto y enfoque en la observación de la Tierra con fines sociales y científicos, pesan aproximadamente un kilogramo y tienen un consumo de 6 vatios, comparable a una bombilla LED común, destacan desde el IAC.
El desarrollo llevado a cabo por el equipo de IACTEC-Espacio representa un coste y unos tiempos extremadamente inferiores que otras grandes misiones espaciales con fines similares sin afectar a su calidad final, pues son capaces de obtener imágenes con gran resolución.
“Ahora mismo, las cámaras DRAGO son únicas, dado que estamos observando en un rango espectral que no está utilizando ningún otro pequeño satélite”, explica el ingeniero electrónico José Carlos Sanluis.
Estas cámaras infrarrojas sirven para la monitorización de incendios, actividad volcánica, vertidos de hidrocarburos, control de la desertificación y humedad en los cultivos, entre otros.
PREVENCIÓN DE CATÁSTROFES NATURALES
Sus imágenes permitirán la elaboración de planes de prevención y la actuación frente a catástrofes naturales gracias al rango de observación SWIR, el cual se refiere a longitudes de onda comprendidas entre los 1000 y 2500 nm aproximadamente.
Desde el IAC precisan que DRAGO-2 no sustituye sino que complementa a su antecesora, DRAGO-1, puesto que ambas se pueden emplear para diferentes casos dependiendo del tamaño del evento que se quiera monitorizar.
Carlos Colodro, ingeniero electrónico de IACTEC-Espacio, explica que “DRAGO-1 es más apropiado para hacer estudios a gran escala, por ejemplo estudios de la evolución de la nubosidad o de episodios de calima, mientras que estudios de, por ejemplo, el estado de parcelas de cultivo o de los daños ocasionados por una catástrofe natural requerirían el uso de DRAGO-2”.
Uno de los siguientes proyectos en los que se está trabajando es ALISIO-1 (Advanced Land-Imaging Satellite for Infrared Observations).
Este será el primer satélite canario que pondrá en órbita el Instituto de Astrofísica de Canarias el próximo año 2024 y que portará de nuevo una cámara DRAGO-2 en su interior, así como un módulo para enviar información entre la Tierra y el espacio mediante un rayo láser.
“La misión ALISIO-1 no solo nos permitirá adquirir imágenes de forma autónoma con el instrumento DRAGO-2, sino que además ha sentado las bases para que podamos abordar misiones de mayor complejidad como IACSAT-1, el primer telescopio espacial del Instituto de Astrofísica de Canarias”, añade Alfonso Ynigo, ingeniero de sistemas del proyecto.
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