MADRID, 02 (SERVIMEDIA)
Cerca de dos tercios de las especies de animales, plantas y hongos que viven en la Tierra están perdiendo diversidad genética, aunque los esfuerzos de conservación ayudan a salvaguardarlas cuando se llevan a cabo.
Esa es la conclusión de un estudio realizado por investigadores de Australia, China, España, Grecia, Polonia, Reino Unido y Suecia, y publicado en la revista científica ‘Nature’.
Se trata del análisis global más exhaustivo sobre diversidad genética jamás realizado. La investigación abarca más de tres décadas (de 1985 a 2019) y analiza 628 especies de animales, plantas y hongos en todos los reinos terrestres, y la mayoría de los marítimos del planeta.
Dos tercios de las poblaciones analizadas están perdiendo diversidad genética, pero los esfuerzos de conservación diseñados para mejorar las condiciones ambientales, aumentar las poblaciones e introducir nuevos individuos para la reproducción (por ejemplo, la restauración del hábitat y las translocaciones de animales) están sosteniendo, y en algunos casos aumentando, la diversidad genética de las poblaciones.
Grueber afirmó:
“No se puede obviar el hecho de que la biodiversidad está disminuyendo a un ritmo sin precedentes en todo el mundo, pero hay atisbos de esperanza. La acción de los conservacionistas está revirtiendo estas pérdidas y ayudando a crear poblaciones genéticamente diversas que puedan afrontar mejor los desafíos del futuro”, según Catherine Grueber de la Facultad de Ciencias Ambientales y de la Vida de la Universidad de Sidney (Australia).
AVANCES
El equipo de científicos aprovechó las innovaciones en el análisis genético para extraer nuevos conocimientos de estudios realizados hace décadas. Al crear una escala de medición común, pudieron hacer comparaciones entre investigaciones, incluso cuando utilizaron metodologías diferentes y recopilaron datos genéticos de formas diferentes.
“Este tipo de estudio global exhaustivo no habría sido posible ni siquiera hace 10 años”, afirma Grueber, que añade: “Los avances en genética y estadística nos han proporcionado nuevas herramientas que nos permiten seguir aprendiendo de los estudios mucho después de que se hayan realizado, lo que supone un enorme beneficio cuando analizamos poblaciones y tendencias a escala global”.
Los esfuerzos de conservación que podrían mejorar o mantener la diversidad genética incluyen las translocaciones (donde los animales se trasladan entre poblaciones para beneficiar a una especie o ecosistema), la restauración del hábitat, el control de la población (donde se eliminan algunos individuos para mejorar las condiciones de los que quedan) y el control de especies salvajes o plagas.
CASOS DE ÉXITO
Los éxitos incluyen la reintroducción del ‘bandicut’ dorado en áreas de Australia Occidental, la liberación de zorros árticos de programas de cría en cautividad en Escandinavia, la translocación de gallos de las praderas mayores en poblaciones existentes en América del Norte y el tratamiento eficaz de enfermedades dentro de las poblaciones de perros de las praderas de cola negra, que ha mejorado la salud de las colonias en el centro-norte de Montana (Estados Unidos).
Los autores esperan que los hallazgos incentiven más esfuerzos de conservación y conduzcan a mayores protecciones para poblaciones que actualmente no están gestionadas.
“A pesar de los éxitos, no podemos ser complacientes. Dos tercios de las poblaciones analizadas enfrentan amenazas, y entre estas poblaciones, menos de la mitad recibió algún tipo de gestión de conservación. Es vital que aprendamos de lo que funciona para que podamos proteger a las especies a largo plazo”, sentencia Robyn Shaw, de la Universidad de Canberra (Australia).
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