MADRID, 6 (EUROPA PRESS)
Diversas organizaciones no gubernamentales han confirmado la movilización de efectivos y recursos para atender a las víctimas del terremoto de magnitud 7,4 en la escala abierta de Richter registrado durante la madrugada de este lunes en la provincia turca de Kahramanmaras, situada cerca de la frontera con Siria, que ha dejado más de 1.300 muertos en ambos países.
“Todos nuestros equipos están preparándose a contrarreloj para responder al devastador terremoto que ha sacudido esta mañana Turquía, Siria y otras zonas de la región”, ha dicho Save the Children a través de su cuenta en la red social Twitter, donde ha destacado que “miles de niños y niñas se han visto obligados a abandonar sus hogares en una noche helada y sin refugio”.
Asimismo, Médicos Sin Fronteras (MSF) ha apuntado que está “en contacto cercano con las autoridades en el noroeste de Siria y el sur de Turquía para dar un mejor apoyo a partir de sus necesidades y para respaldar a las personas afectadas por el terremoto”.
MSF ha resaltado además que sus equipos “han estado respondiendo en el norte de Siria desde primera hora”. “En Idlib estamos atendiendo a pacientes en los hospitales que apoyamos y nuestros equipos han donado kits de emergencia médica a otras instalaciones en la región”, ha detallado.
“Afortunadamente, nuestros equipos y familias se encuentran bien y estamos en contacto permanente con todos ellos. Estamos también en contacto con las autoridades sanitarias para tratar de prestar atención médica al mayor número posible de personas afectadas”, ha afirmado el coordinador de MSF en Siria, Sebastien Gay.
En esta línea, la Media Luna Roja siria ha recalcado que sus voluntarios “están en todos los lugares afectados en Hama, Alepo y Latakia” para dar ayuda a las personas atrapadas en edificios derrumbados. “La Media Luna Roja y la comunidad local hacen lo posible para rescatar a personas con vida de entre los escombros de los edificios destruidos”, ha resaltado.
World Vision ha apuntado además que está trabajando rápidamente en la evaluación de los posibles impactos sobre los niños, niñas y las comunidades ya desplazadas tras el terremoto. El director de Respuesta de Crisis de la ONG, Johan Mooij, ha dicho que “en medio de un duro invierno, niños, niñas y familias ya muy vulnerables se han visto ahora sacudidos por este devastador terremoto, que probablemente afectará a miles de personas en el norte de Siria y el sur de Turquía”.
“Estoy desolado por esta triste noticia, y haremos todo lo que podamos para ayudar a los afectados. Además de evaluar rápidamente cómo podemos apoyar en las labores de socorro, también estamos confirmando el bienestar de nuestro personal en Turquía y Siria, que se encuentra a salvo”, ha manifestado.
Por su parte, el director para Oriente Próximo del Consejo Noruego para los Refugiados (NRC), Carsten Hansen, ha trasladado sus condolencias a los afectados y ha resaltado que “el terremoto tuvo lugar en el peor momento de la noche y en el peor momento del año”, según un comunicado publicado por la organización.
“Es un desastre que empeorará el sufrimiento de los sirios que hacen frente ya a una grave crisis humanitaria. Millones de personas se habían visto ya forzadas a huir de la guerra en la región y ahora muchas más se verán desplazadas por este desastre. En medio de una tormenta de invierno y ante una crisis sin precedentes sobre el coste de vida, es vital que no se deje solos a los sirios”, ha explicado.
“El NRC está evaluando la situación para dar apoyo directo a los más afectados en Siria”, ha dicho Hansen, que ha incidido en que “es necesario aumentar de forma masiva” la ayuda. “Pedimos a la comunidad internacional la movilización inmediata de recursos financieros para apoyar los esfuerzos colectivos de ayuda en Siria y el sur de Turquía. Cada minuto de retraso implicará la pérdida de vidas”, ha zanjado.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha confirmado que más de 900 personas han muerto y más de 5.300 han resultado heridas. Además, las autoridades sirias han confirmado cerca de 240 muertos y 640 heridos en las zonas bajo su control, mientras que unas 150 personas han muerto y más de 340 han resultado heridas en las zonas controladas por los rebeldes en las provincias de Idlib y Alepo, en el noroeste del país árabe, según ha indicado la Defensa Civil de Siria, conocidos como ‘cascos blancos’.
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