MADRID, 30 (EUROPA PRESS)
Investigadores de la Universidad de Gotemburgo (Suecia) han identificado un mecanismo hasta ahora desconocido que controla el crecimiento de los tumores en células cultivadas y ratones.
Este descubrimiento, publicado en la revista científica ‘Nature Communications’, podría permitir el desarrollo futuro de nuevos fármacos contra una serie de enfermedades cancerígenas.
Se trata de una proteína que se une al material genético y que, como demuestran ahora los investigadores, también controla propiedades que regulan el desarrollo de los tumores.
La proteína, conocida como HnRNPK, se une al ARN mensajero (ARNm) que codifican los dos genes IER3 e IER3-AS1. Estos genes son muy activos en varias formas de cáncer. Al unirse al ARNm de estos genes, la HnRNPK impide la formación de ARN de doble cadena entre ellos y los mantiene separados.
“Mantener separados los ARN de estos dos genes favorece el crecimiento de los tumores que dependen de factores de crecimiento. Sin la proteína HnRNPK, las propiedades que promueven el crecimiento de los tumores se neutralizan, lo que allana el camino para el desarrollo de fármacos que bloqueen la HnRNPK”, afirma Chandrasekhar Kanduri, uno de los responsables de la investigación.
El estudio también muestra que, de forma similar, la proteína HnRNPK se une al ARNm de varios otros genes, impidiendo la formación de ARN de doble cadena.
El descubrimiento permite influir indirectamente en el factor de crecimiento FGF-2, que es bien conocido por ser clave tanto en el proceso por el que las células madre maduran en varios tipos de células como en el desarrollo embrionario temprano.
“Dado el papel crucial del FGF-2 en el desarrollo humano normal, el uso de fármacos dirigidos directamente al factor de crecimiento tendría demasiados efectos secundarios. El mecanismo que hemos identificado ahora forma parte de la misma cadena de señalización, pero más abajo. Por tanto, el mecanismo tiene el potencial de convertirse en una opción más atractiva para el tratamiento del cáncer, con menos efectos secundarios”, afirma Meena Kanduri, autora correspondiente del artículo.
Se necesitan más investigaciones para verificar la transferibilidad del hallazgo de los estudios en cultivos celulares y ratones a los seres humanos. En la próxima etapa, el grupo tiene previsto realizar estudios ampliados para examinar con más detalle cómo el par de genes regulados por el FGF-2 gobierna el entorno de crecimiento de los tumores.
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