MADRID, 28 (SERVIMEDIA)
Un equipo de la Universitat Politècnica de València y el Centro de Investigación Biomédica en Red de Bioingeniería, Biomateriales y Nanomedicina (Ciber-BBN), ha desarrollado un nuevo test que permite detectar de forma rápida, sencilla y barata la presencia de ‘burundanga’ y de ‘droga caníbal’, bien en una muestra de saliva, bien diluida en cualquier bebida, con una tira reactiva y un móvil y en apenas quince minutos.
Según recientes estudios, las agresiones sexuales con sumisión química de las víctimas suponen ya el 20,9% de los casos. La principal droga utilizada en estas violaciones es el alcohol, si bien los agresores emplean también otras sustancias psicotrópicas, como la escopolamina (SCP), más conocida como ‘burundanga’, que es muy difícil de detectar porque su rastro desaparece de forma muy rápida en el organismo.
La tira reactiva sobre la que se depositan las sustancias tiene un nanosensor con un indicador fluorescente (rodamina B) y funcionalizado que detecta la presencia del estupefaciente. Para su lectura se utiliza algo tan cotidiano como un teléfono móvil.
“Con un móvil y en menos de un cuarto de hora podremos saber si ha habido un intento de agresión sexual por sumisión química con esta droga. Para ello bastará con tomar una pequeña muestra de saliva o de la bebida y sumergir la tira; si hay droga, el nivel de fluorescencia aumentará rápidamente, debido a la liberación del colorante del nanosensor depositado. Una vez han transcurrido los 15 minutos se toma una foto con el teléfono móvil, donde, comparándolo con una muestra que no contiene el estupefaciente se puede comprobar verdaderamente la presencia de ‘burundanga’”, explicó Eva María Garrido García, del Instituto IDM en la Universitat Politècnica de València.
Además de para la detección de ‘burundanga’, el test desarrollado permite detectar MDPV (metilendioxipirovalerona), la llamada ‘droga caníbal’. “Puede detectar de forma simultánea ambos estupefacientes usando la misma muestra de saliva o bebida. Y podría ampliarse a otras sustancias”.
“La sustancia psicoactiva más comúnmente asociada a las agresiones sexuales con sumisión química es el alcohol, pero hay drogas en circulación que pueden llegar a incapacitar a la víctima. Entre ellas está la ‘droga caníbal’, pero también la ketamina, el GHB o el flunitrazepam. Nuestro sistema, gracias a su versatilidad, puede adaptarse también para la detección de éstas y otras sustancias en muestras líquidas. Y lo que es más importante, en cualquiera de los casos, puede ser utilizado por cualquier persona, sin necesidad de tener un conocimiento experto”, destacó Ramón Martínez Máñez, otro de los investigadores.
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