MADRID, 31 (EUROPA PRESS)
Un equipo de investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington en San Luis (Estados Unidos) y la Universidad de Lund (Suecia) ha desarrollado un análisis de sangre que permite diagnosticar el Alzheimer y medir su actual grado de progreso.
Aunque ya existen otros análisis parecidos, la novedad de esta prueba radica en la medición del progreso de la enfermedad, algo de gran importancia debido a que las actuales terapias son más efectivas en las primeras etapas de la patología; además, puede indicar si los síntomas de una persona se deben a esta enfermedad o a otra causa.
El estudio, publicado en la revista ‘Nature Medicine’, muestra que los niveles sanguíneos de la proteína MTBR-tau243 reflejan con precisión la cantidad de acumulación tóxica de agregados de tau en el cerebro, y se correlacionan con la gravedad de la enfermedad de Alzheimer.
Al analizar los niveles sanguíneos de esta proteína en un grupo de personas con deterioro cognitivo, los investigadores han logrado distinguir entre personas con Alzheimer en etapa temprana o avanzada, separando ambos grupos de pacientes con Alzheimer de aquellos cuyos síntomas se debían a causas distintas a la enfermedad.
“Este análisis de sangre identifica claramente los ovillos de tau del Alzheimer, que es nuestro mejor biomarcador para medir los síntomas de Alzheimer y la demencia”, ha afirmado el coautor principal, el doctor Randall J. Bateman, profesor distinguido de Neurología Charles F. y Joanne Knight en WashU Medicine.
Tras ello, ha recordado que en la actualidad no se dispone de métodos fáciles ni accesibles para medir los ovillos de Alzheimer y la demencia, por lo que este análisis de “puede proporcionar una indicación mucho más precisa” de si los síntomas se deben al Alzheimer, ayudando igualmente a los médicos a decidir qué tratamientos son los más adecuados para sus pacientes.
Aunque el Alzheimer implica la acumulación de la proteína amiloide en placas cerebrales y el desarrollo de estos ovillos, los síntomas cognitivos aparecen cuando estos se hacen detectables, y empeoran a medida que se extienden los ovillos de la proteína tau; para estadificar la enfermedad se suele usar la tomografía por emisión de positrones (TEP) cerebral para placas amiloides y ovillos de tau, aunque son costosas, requieren mucho tiempo y no suelen estar disponibles fuera de los principales centros de investigación.
COMPARACIÓN DEL ANÁLISIS DE SANGRE CON ESCÁNERES CEREBRALES
Los científicos han comparado los resultados de la prueba de sangre con los de escáneres cerebrales, reflejando que estas nuevas pruebas tienen un 92 por ciento de precisión, y usa una tecnología licenciada por WashU a C2N Diagnostics, una empresa emergente de WashU que desarrolló los análisis de sangre para amiloide, y que incorporan mediciones de otra forma de tau llamada p-tau217.
“Creo que utilizaremos la p-tau217 en sangre para determinar si una persona padece Alzheimer, pero MTBR-tau243 será un complemento muy valioso tanto en entornos clínicos como en ensayos de investigación”, ha afirmado el coautor principal Oskar Hansson, profesor de neurología en la Universidad de Lund.
Tras ello, ha explicado que cuando ambos biomarcadores son positivos, la probabilidad de que el Alzheimer sea la causa subyacente de los síntomas cognitivos de una persona aumenta “significativamente”, en comparación con cuando solo la p-tau217 es anormal, algo “crucial” de distinguir para seleccionar el tratamiento más adecuado para cada paciente.
Por su parte, la profesora asociada de investigación de neurología en WashU Medicine y una de las investigadoras principales, Kanta Horie, ha recalcado que se está “apunto de entrar en la era de la medicina personalizada” para el Alzheimer.
“En las etapas iniciales con bajos ovillos de tau, las terapias antiamiloides podrían ser más eficaces que en las etapas avanzadas. Pero tras la aparición de la demencia con altos ovillos de tau, la terapia antiamiloides o alguno de los muchos otros enfoques experimentales podría ser más eficaz. Una vez que dispongamos de un análisis de sangre clínicamente disponible para la estadificación, además de tratamientos eficaces en diferentes etapas de la enfermedad, los médicos podrán optimizar sus planes de tratamiento según las necesidades específicas de cada paciente”, ha añadido.
La investigación ha sido financiada por el Centro de Investigación de la Enfermedad de Alzheimer Charles F. y Joanne Knight; el Centro SILQ Familiar Tracy; los Institutos Nacionales de Salud (NIH); el Premio Zenith de la Asociación de Alzheimer; el Centro Hope para Trastornos Neurológicos; y el Departamento de Neurología de WashU Medicine.
El estudio sueco BioFINDER-2, que incluía datos de pacientes que han servido para comparar las pruebas, ha sido financiado por el Instituto Nacional sobre el Envejecimiento de Estados Unidos, el Consejo Europeo de Investigación, la Asociación de Alzheimer, la Fundación GHR, el Consejo Sueco de Investigación, ERA PerMed, la fundación Knut y Alice Wallenberg, el Área de investigación estratégica MultiPark (Investigación multidisciplinaria en la enfermedad de Parkinson) en la Universidad de Lund, la Fundación Sueca de Alzheimer, la Fundación Sueca del cerebro, el Programa de Inteligencia Artificial, sistemas autónomos y software de Wallenberg (WASP) y la convocatoria conjunta de proyectos de investigación de SciLifeLab y el Programa nacional Wallenberg para las ciencias de la vida basadas en datos (DDLS), la fundación Parkinson de Suecia, el fondo Cure Alzheimer’s, la Fundación de la familia Rönström, el Konung Gustaf V:s och Drottning Victorias Frimurarestiftelse, la Fundación del Hospital Universitario de Escania, el Regionalt Forskningsstöd y el gobierno federal sueco, del Programa de Investigación e Innovación Horizonte 2020 de la Unión Europea, la Asociación de Alzheimer, el Alzheimerfonden, la Fundación BrightFocus, Greta y Johan Kocks y el Área de Investigación Estratégica MultiPark (Investigación Multidisciplinaria en la Enfermedad de Parkinson) de la Universidad de Lund.
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