MADRID, 20 (EUROPA PRESS)
El presidente de Nigeria, Bola Tinubu, ha anunciado una remodelación de la cúpula de las fuerzas de seguridad que incluye cambios al frente del Ejército, la Armada, la Fuerza Aérea y la Policía, ante el incremento de la inseguridad por los ataques de grupos yihadistas y bandas criminales armadas.
Tinubu ha aprobado “el retiro inmediato de todos los jefes de servicio y del inspector general de la Policía, los asesores y el director de Aduanas (…) con efecto inmediato”, según un comunicado publicado por el director de Información de la oficina presidencial ante el Gobierno, Willie Bassey.
Así, ha nombrado a Mallam Nuhu Ribadu como asesor para Seguridad Nacional, mientras que Christopher Gwabin Musa será el jefe de las Fuerzas Armadas. Asimismo, Taoreed Abiodun Lagbaja será el nuevo jefe del Ejército, mientras que Ikechukwu Ogalla encabezará la Armada y Hassan Bala Abubakar estará al frente de la Fuerza Aérea.
Tinubu ha nombrado además a Kayode Egbetoukun como inspector general de la Policía y a Emmanuel Parker Akomaye Undiandeye como jefe de los servicios de Inteligencia, al tiempo que ha reemplazado a los comandantes de varios batallones en diversos estados del país, según ha recogido el diario nigeriano ‘Daily Post’.
Los cambios llegan cerca de dos semanas después de que el nuevo presidente se reuniera con la cúpula de las fuerzas de seguridad y pidiera a los líderes de estos organismos trabajar de forma conjunta para hacer frente al terrorismo, la inseguridad y la piratería, entre otros asuntos.
El noreste de Nigeria es escenario de frecuentes ataques de Boko Haram y su escisión, Estado Islámico en África Occidental (ISWA). La inseguridad se ha extendido en los últimos meses a otras zonas del norte y el noroeste, haciendo saltar las alarmas por la posible expansión de estas redes terroristas y criminales, muchas de las cuales viven de obtener el pago de rescates.
Además, durante los últimos años ha habido un incremento de los enfrentamientos intercomunitarios, especialmente en el centro del país africano, a causa de las disputas en torno al control de tierras debido a la desertificación y el desplazamiento de población por los ataques yihadistas en el norte de Nigeria.
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