SAN SEBASTIÁN DE LA GOMERA, 27 (EUROPA PRESS)
El presidente del Cabildo de La Gomera, Casimiro Curbelo, ha urgido a la intervención de la Unión Europea para sumar esfuerzos ante la crisis migratoria de Canarias y definir una planificación específica para las islas y la ciudad autónoma de Ceuta que permita, entre otras cuestiones, las derivaciones al resto de estados miembros y atajar, de esta forma, las consecuencias que podría tener sobre Canarias el previsible incremento en las llegadas durante los próximos meses.
Así, insistió en que la “crisis humanitaria” que vive el archipiélago traspasa su capacidad de atención y actuación, y defendió que debe existir una mayor implicación por parte de Europa, tal y como se ha hecho con las zonas afectadas por la ruta mediterránea.
“Ya no es solo una cuestión de medios, sino de auxilio, porque no tenemos capacidad para atender a más inmigrantes en condiciones dignas y la situación puede ser extremadamente dura”, aseveró en una nota con la que se suma al posicionamiento del presidente canario, Fernando Clavijo, que ha invitado a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, a visitar el archipiélago.
En esa línea argumentó que este planteamiento sí se ha hecho efectivo en otros puntos de Europa, y no entiende cómo a día de hoy no existe una hoja de ruta específica para este territorio, cuando islas como El Hierro ha recibido en los siete primeros meses del año tantos inmigrantes como población de derecho tiene.
“Son cifras que asustan y que nos deben hacer reflexionar de manera urgente con un toque de atención a las instituciones comunitarias desde la unidad que hemos demostrado en Canarias”, apuntó.
Curbelo calificó esta crisis como un asunto de Estado y lamentó que se haya convertido en un instrumento de lucha política que ha impedido la modificación de la Ley de Extranjería por la falta de acuerdo entre los principales partidos políticos.
Aún así, reiteró su propuesta de buscar, una vez más, un espacio de entendimiento entre el Estado y las comunidades autónomas, que facilite la derivación de gran parte de los casi 6.000 menores inmigrantes que están bajo tutela de Canarias.
“Es un tema demasiado sensible. Se trata de vidas de seres que huyen de la miseria en su país, y Canarias no puede asumir en solitario esta realidad que padece al ser la frontera sur de Europa”, subrayó el presidente insular, antes de insistir en poner mayor atención en los países de origen y trabajar desde allí en programas de cooperación internacional que favorezcan el desarrollo social y económico de estos lugares.
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