MADRID, 1 (EUROPA PRESS)
Los cuatro acusados de integrar una estructura que habría financiado a combatientes extranjeros para unirse a la organización yihadista Estado Islámico (DAESH) han negado los hechos este lunes en la Audiencia Nacional, al inicio del juicio en el que la Fiscalía pide que sean condenados a 10 años de cárcel.
A preguntas de la Fiscalía y de sus defensas, M.A., A.EG., S.S. y A.S. –tres de ellos sirios y uno marroquí, asentados en España– han declarado que “nunca” enviaron dinero a personas sabiendo que pertenecían a la organización terrorista.
Uno de los acusados, M.A., ha señalado que escapó de su país porque le perseguían los terroristas de DAESH para matarle. “Señores, por favor, quiero justicia. Yo he tenido mucha injusticia en Siria”, ha implorado al tribunal.
Los cuatro, según el Ministerio Fiscal, integraban presuntamente una estructura que prestaba “ayuda fundamentalmente económica a combatientes extranjeros” que se desplazaban desde distintos países “para combatir en las filas de DAESH”.
En su escrito de acusación, recogido por Europa Press, la Fiscalía solicita imponer a los acusados 10 años de prisión por un delito de financiación del terrorismo. Además, insta a condenar adicionalmente a los dos últimos a tres años de cárcel por el delito de falsedad con finalidad terrorista.
El fiscal relata que, “ante la pérdida de poder territorial de esta organización en territorio sirio, uno de sus objetivos era conseguir el retorno de los combatientes a sus países de origen para continuar en ellos las actividades de la organización”.
CONTACTOS CON DAESH DESDE 2018
“La red de financiación investigada contaba con una estructura desde donde contactaba con simpatizantes en cualquier lugar dispuestos a aportar dinero para los fines descritos de la organización”, apunta el escrito.
Dentro de esta estructura fueron identificados como miembros de la red de financiación de DAESH en las zonas de conflicto tres personas que, una vez contactaban “con los simpatizantes, a través de redes sociales o de conversaciones telefónicas”, les facilitaban los datos de personas que, en cada país, se encargarían de recibir el dinero y de hacerlo llegar a la organización a través de medios no declarados y opacos.
Los mismos, explica la Fiscalía, consistían “en la recepción de dinero en efectivo y, a través de una cadena de colaboradores, entregarlo a los destinatarios finales, ubicados en campos de refugiados en territorio sirio conocidos como Al Hol y Al Roj”. Todo ello, añade, a través de un método conocido como ‘hawala’ (sistema informal de transferencia, en árabe).
“Al menos desde finales de 2018, los miembros indicados de la red de financiación de DAESH mantuvieron contactos directos con los acusados M.A., S.S. y A.E.G., y también con F.S.M., fallecido el 18 de diciembre de 2020, para que estos enviasen dinero a aquella organización”, recoge el escrito.
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