MADRID, 7 (EUROPA PRESS)
Con motivo del Día Mundial de los Trastornos del Espectro Alcohólico Fetal (TEAF), que se celebra este viernes, la Sociedad Científica Española de Estudio sobre el Alcohol, el Alcoholismo y otras Toxicomanías (Socidrogalcohol) recuerda que cualquier cantidad de alcohol en el embarazo puede producir alteraciones físicas, mentales y de comportamiento en el bebé.
Casi 5.000 niños nacen en España cada año con este trastorno, que se produce por el consumo de alcohol durante el embarazo. “Se trata de un trastorno que causa mucho sufrimiento tanto al que lo padece, como también a las familias que ven como sus hijos e hijas presentan conductas cada vez más alejadas de sus edades cronológicas”, afirman desde la sociedad científica.
Por ejemplo, estos niños no pueden aprender la hora y tienen movimientos estereotipados. Esto lleva a recurrir a múltiples profesionales tratando de encontrar una razón a todo ello. “Además, hay que sumar la falta de comprensión y poca empatía por parte de la sociedad hacia los niños y las niñas TEAF y sus familias”, lamentan desde Socidrogalcohol.
ANOMALÍAS CAUSADAS POR EL ALCOHOL SEGÚN EL TRIMESTRE DE EMBARAZO
Así, en el primer trimestre de embarazo, puede causar anomalías estructurales: faciales, cerebrales; en el segundo, hay más riesgo de aborto espontáneo y, en el tercero, suele apreciarse un retraso en el crecimiento intrauterino, tanto en el peso, longitud como en el crecimiento cerebral.
El alcohol atraviesa la placenta, por lo que los niveles del etanol en sangre fetal y líquido amniótico son equivalentes a los de la embarazada. “No se conoce ninguna cantidad segura de ingesta de alcohol durante el embarazo, no hay un trimestre seguro para beber alcohol, por lo que se recomienda la abstinencia total”, recuerdan.
Desde Socidrogalcohol, los profesionales de las adicciones, reclaman actuaciones a diferentes niveles para paliar el coste sanitario, social y económico que supone el TEAF.
Por una parte, es necesario incrementar el nivel de sensibilización social, no solo de las mujeres embarazadas (intervenciones pre-gestacionales y gestacionales), sino también de su entorno más cercano.
Por otra parte, es necesario reforzar la formación de los profesionales que intervienen en su diagnóstico. En estos momentos, son escasas las unidades especializadas dotadas con equipos multidisciplinares entrenados en realizar la evaluación diagnóstica del TEAF.
En cuanto a síntomas, el TEAF es muy heterogéneo pudiendo abarcar desde una leve disfunción cognitiva, hasta el SAF, que se caracteriza por presentar anomalías faciales características, retraso en el crecimiento y trastornos del neurodesarrollo más acentuados.
Por eso, a nivel educativo, los profesionales necesitan conocer todas las caras del trastorno para poder ajustarse a las necesidades de estos menores y adolescentes.
Desde la Asociación de familias de afectados por el Trastorno del Espectro Alcohólico Fetal (TEAF) aseguran que “cada vez más personas saben de los efectos teratogénicos del alcohol, pero todavía no hay suficiente concienciación”.
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