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Construir viviendas utilizando materiales que capturan CO2 podría ser útil para combatir el cambio climático

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MADRID, 09 (SERVIMEDIA)

La sustitución de materiales de construcción convencionales como el hormigón y el plástico por otros modificados para almacenar dióxido de carbono (CO2) podría acercar al planeta Tierra a la neutralidad de emisiones de gases de efecto invernadero y frenar así el cambio climático.

Así lo sugiere un equipo de ingenieros civiles y científicos de sistemas terrestres de las universidades de California en Davis y Stanford (Estados Unidos) en un artículo publicado este jueves en la revista ‘Science’.

El estudio muestra que, combinado con medidas para descarbonizar la economía, el almacenamiento de CO2 en los edificios podría ayudar al mundo a alcanzar los objetivos de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.

“El potencial es bastante grande”, según Elisabeth Van Roijen, que dirigió el estudio como estudiante de posgrado en la Universidad de California en Davis.

El objetivo del secuestro de carbono es extraer el CO2 -ya sea del lugar donde se produce o de la atmósfera-, convertirlo en una forma estable y almacenarlo lejos de la atmósfera, donde no puede contribuir al cambio climático.

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Los esquemas propuestos han implicado, por ejemplo, inyectar carbono bajo tierra o almacenarlo en las profundidades del océano. Estos enfoques plantean tanto desafíos prácticos como riesgos ambientales.

“¿Qué pasaría si, en cambio, pudiéramos aprovechar los materiales que ya producimos en grandes cantidades para almacenar carbono?”, preguntó Van Roijen.

Esta autora y otros dos colegas calcularon el potencial de almacenamiento de carbono en una amplia gama de materiales de construcción comunes, incluidos el hormigón (cemento y agregados), el asfalto, los plásticos, la madera y el ladrillo. Cada año se producen en todo el mundo más de 30.000 millones de toneladas de versiones convencionales de estos productos.

POTENCIAL CONCRETO

Los investigadores calculan que el cambio total de los materiales de construcción convencionales por estas alternativas que secuestran el CO2 podría almacenar hasta 16,6 gigatoneladas de CO2 cada año, lo que equivale al 50% de las emisiones antropogénicas de dióxido de carbono en 2021.

La eliminación del CO2 de la atmósfera, junto con la reducción de las emisiones, es importante para frenar el calentamiento global del clima. Para lograr esta eliminación, los materiales de construcción podrían proporcionar un importante depósito de carbono debido a su uso generalizado y su longevidad.

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Entre los métodos de almacenamiento de carbono estudiados se encuentran la incorporación de biocarbón (obtenido mediante el calentamiento de biomasa residual) al hormigón, el uso de rocas artificiales que pueden cargarse de carbono como agregado para el hormigón y el pavimento asfáltico, plásticos y aglutinantes asfálticos basados ​​en biomasa en lugar de fuentes fósiles de petróleo y la incorporación de fibra de biomasa en los ladrillos.

Estas tecnologías se encuentran en distintas etapas de desarrollo. Algunas todavía se están investigando a escala de laboratorio o piloto y otras ya están disponibles para su adopción.

Los investigadores descubrieron que, si bien los plásticos de origen biológico podrían absorber la mayor cantidad de carbono en peso, el mayor potencial de almacenamiento de carbono se encuentra en el uso de agregados carbonatados para fabricar hormigón. Esto se debe a que el hormigón es, con diferencia, el material de construcción más popular del mundo: se producen más de 20.000 millones de toneladas cada año.

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Según los autores, un desafío a superar es la reticencia de los constructores a utilizar nuevos materiales estructurales, por temor a la responsabilidad si estos fallan. Otros incluyen encontrar suficientes minerales que secuestren carbono para utilizar en estos materiales y establecer una cadena de suministro rigurosamente analizada.


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