MADRID, 28 (SERVIMEDIA)
Cuando una persona se registra como trabajador por cuenta propia, automáticamente se ve obligado a asumir una cuota mensual. En la actualidad, este valor puede alcanzar los 500 euros, aunque en los primeros términos de la actividad no sea así.
Por eso, aquello de facturar sin ser autónomo resulta especialmente atractivo. Ahora bien, los expertos consultados por Servimedia advierten de que esto solo es posible en ciertos casos.
Es fundamental que el trabajador esté dado de alta en Hacienda mediante el modelo 036 o 037. Asimismo, hay que respetar ciertos límites. Por un lado, la actividad desarrollada no puede ser habitual; así que nada de generar facturas al mismo pagador continuamente sin ser autónomo. De igual modo, no se pueden generar ganancias superiores al Salario Mínimo Interprofesional. Es decir, 1.080 euros brutos en 14 pagas.
Si se está dentro de estos márgenes, entonces se podrá facturar a terceros sin preocuparse por la tarifa de autónomos. No obstante, esto es más bien una serie de pequeños ingresos de forma esporádica. Si se quiere iniciar una actividad estable y mantener la solvencia económica, entonces tocará registrarse como trabajador por cuenta propia.
ASESORAMIENTO
Una vez que se tiene más claro cuándo toca dar el paso, hay que ver cómo ser autónomo en España. Porque a pesar de que esto supone comenzar a cotizar y, por ende, pagar al Estado, los trámites administrativos pueden resultar complejos. Por ello, expertos consultados aconsejan delegar dicha gestión en asesorías especializadas; dejando de lado cualquier tipo de error en el proceso.
Cualquier persona física que sea mayor de edad y tenga la nacionalidad se puede dar de alta como autónomo. En este punto, el primer paso es llevar a cabo el modelo 036, en el que hay que indicar loss datos personales y el tipo de actividad que vas a realizar. También hay que dar de alta en el RETA, suponiendo esto el alta en la Seguridad Social para comenzar a cotizar.
Solo hay que echar un vistazo al modelo 036 de Hacienda para darse cuenta de lo complicado que puede llegar a ser este procedimiento. No obstante, las asesorías ayudan en aras de resolver el trámite con diligencia y sin fallos para poder empezar a facturar de manera legal lo antes posible y así mantener fluidez en la actividad profesional.
LARGO PLAZO
Por último, señalan que la gestión de las asesorías no tiene por qué concluir una vez se esté dado de alta como autónomo. Recomiendan mantener estos despachos durante el resto de la vida laboral por cuenta propia.
Estos despachos especializados asesoran en diferentes puntos clave, como es el caso de la presentación de impuestos tanto trimestrales como anuales. Si bien es cierto que su primera función es la de sentar con solidez las bases de la actividad profesional del autónomo, pueden permanecer junto a él para garantizar que su estabilidad económica.
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