MADRID, 17 (EUROPA PRESS)
Un tribunal de Ruanda ha condenado a 25 años de cárcel a un hombre extraditado en 2017 desde Alemania por su papel en el genocidio de 1994, en el que murieron cerca de 800.000 personas, la inmensa mayoría de ellos tutsis y hutus moderados.
El sentenciado, Jean Twagiramungu, fue arrestado en Alemania y permaneció detenido durante dos años intentando no ser extraditado al país africano, donde ha sido condenado por su papel en ataques contra miembros de la comunidad tutsi durante el genocidio.
El tribunal ha indicado que Twagiramungu fue uno de los participantes en el ataque contra una parroquia católica en el distrito de Kyamangabe en la que habían buscado refugio más de 35.000 tutsis, que fueron masacrados durante el asalto, según ha informado el diario ruandés ‘The New Times’.
Así, el hombre, que trabajaba como profesor y tenía lazos con la milicia extremista hutu Interahamwe –una milicia paramilitar hutu respaldada por el gubernamental Movimiento Revolucionario Nacional para el Desarrollo (MRND)–, según testigos, ha sido declarado culpable de genocidio y crímenes contra la humanidad, si bien el condenado ha anunciado inmediatamente que presentará una apelación.
Las raíces del conflicto entre hutus y tutsis se remontan varias generaciones pero el genocidio se desató tras la muerte del entonces presidente Juvénal Habyarimana, víctima del derribo de su avión presidencial con un misil el 6 de abril de 1994. En el aparato también viajaba el presidente de Burundi, Cyprien Ntaryamira.
Tras el suceso, la milicia Interahamwe lanzó una campaña de ejecuciones que se prolongó durante 100 días, en muchas ocasiones despedazando a sus víctimas en sus casas, en iglesias, estadios de fútbol o en barricadas.
A día de hoy todavía se están descubriendo fosas comunes, especialmente desde que los condenados que han cumplido sus penas han aportado información sobre el lugar en el que enterraron o abandonaron a sus víctimas.
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