MADRID, 22 (CHANCE)
Tras dos años sin poder celebrar como deseábamos las Navidades, este año vuelven por todo lo alto esas reuniones con amigos y familias, donde la comida es una de las grandes protagonistas. No hay nada mejor que sentarse con tus seres queridos alrededor de una mesa para disfrutar de una buena comida o cena, sin mirar el reloj y disfrutando de los buenos momentos.
La Torta del Casar es una de las invitadas de honor a muchas de estas mesas durante estas fiestas. Elaborada mediante métodos tradicionales a base de leche cruda de oveja procedente de rebaños controlados, cuajo vegetal extraído del cardo ‘Cynara Cardunculus’, y sal, este queso se distingue por tener la corteza ligera y fina de tonos dorados, la pasta de color marfil y una textura singular, cremosa y fundente.
CÓMO CONSUMIR LA TORTA DEL CASAR
Se trata de un producto vivo y en constante evolución, por lo tanto, si este queso va a ser uno de los protagonistas de la mesa requiere de ciertos cuidados, como mantenerlo en un frigorífico o en lugar fresco y seco que no supere los 12 grados.
Antes de servirlo, se debe dejar durante unas horas a temperatura ambiente, porque para disfrutar plenamente de sus matices de textura, aroma y gusto debe estar a unos 21 grados. En caso de apuro, se puede atemperar el queso situándolo cerca de una fuente de calor suave e indirecta, pero nunca usar el microondas, ya que se corre el riesgo de fundirlo y estropearlo completamente.
Para degustar la Torta del Casar, se recomienda abrirla introduciendo un cuchillo de punta por la parte superior, con muy poca inclinación y girando el queso mientras corta, poco a poco, una ‘tapa’. Una vez abierto, se debe utilizar un cuchillo sin punta o una cucharilla para extraer y disfrutar de un sabor único.
CÓMO CONSERVAR EL QUESO
En el caso de que no se quiera consumir todo el queso de una vez, hay que tener en cuenta que el producto puede mantenerse en condiciones óptimas durante 15 o 20 días después de abrirlo. Una vez superado ese tiempo puede ir oscureciéndose el color de la pasta y perdiendo cremosidad, aunque puede ganar en sabor.
Para su correcta conservación, se debe volver a tapar el queso con la ‘tapa’ cortada. En caso de que se haya roto, se puede cubrir con un paño ligeramente humedecido y volver a meterlo en la nevera o en un lugar seco y fresco. Si se observa que aparece algo de moho en la corteza, se puede seguir comiendo sin problema. Basta con limpiarla con un trapo untado en un poco de aceite.
De esta manera, nos aseguraremos de que la Torta del Casar no pierde su calidad y podremos seguir disfrutando de ella, en el centro de la mesa, las numerosas ocasiones que nos reunamos con nuestros seres queridos a lo largo de estas Navidades.
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