MADRID, 24 (SERVIMEDIA)
La ola de calor no sólo eleva la temperatura del termómetro. También incrementa la factura de la luz de muchas familias por el uso prolongado del aire acondicionado para mantener los hogares frescos, especialmente en un verano como el actual en el que los registros de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) superan los 40 grados en gran parte del país durante el día y las mínimas nocturnas apenas caen a los 25 grados.
Los datos de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ponen de manifiesto que la factura de luz de muchos hogares españoles en el mes de junio aumentó un 10% con respecto al mes de mayo y lo peor ha llegado en los meses de julio y agosto con los diferentes episodios de ola de calor.
Por eso, los expertos explican cómo conseguir el máximo ahorro en la factura a final de mes dado que el uso de energía es inevitable para conservar los alimentos en la nevera o dormir cómodamente con aire acondicionado, más aún cuando el coste de la luz en España acumula un crecimiento notable respecto a los precios que existían en 2021, antes de que Rusia iniciara la invasión de Ucrania y el mercado energético disparase sus tarifas.
El precio de la luz está determinado en base a una combinación de factores que incluyen el coste de generación de energía, los impuestos, las tasas de transporte y distribución, entre otros. Uno de los factores que más influye en el aumento de los precios es la creciente demanda, en parte impulsada por hechos como las olas de calor.
Cuando las temperaturas suben, el consumo de electricidad se dispara, ya que la mayoría de los hogares y empresas utilizan sistemas de refrigeración para combatir el calor. Sin embargo, los expertos indican que no es necesario renunciar al confort en el hogar durante los días de más calor.
Sostienen que existen diversas formas de reducir el consumo de energía, desde hacer un uso eficiente del aire acondicionado hasta contratar distribuidoras de luz con tarifas de luz más económicas. Por eso, organizaciones de consumidores como la OCU o el Instituto para la Diversificación y el Ahorro Energético (IDAE) dan algunos consejos para ahorrar.
AIRE ACONDICIONADO
El aire acondicionado puede convertirse en el peor enemigo si no se utiliza correctamente. Para evitarlo, debe mantenerse la temperatura adecuada porque fijar una demasiado baja no enfriará el hogar más rápido. Al contrario, supondrá un pico de consumo energético que se verá reflejado en la factura. Lo más eficiente es mantener la temperatura del aire acondicionado entre 24 y 26 grados durante el día y no menos de 22 grados durante la noche.
El segundo consejo es realizar un mantenimiento regular para asegurar que el aparato está en buen estado. Una limpieza adecuada puede mejorar su eficiencia energética, por lo que también se apunta a la conveniencia de depurar o cambiar los filtros regularmente para evitar la acumulación de polvo y otros residuos, que pueden hacer que el sistema trabaje más de lo necesario.
Otra recomendación es tener en cuenta la tecnología de ahorro. Muchos sistemas modernos de aire acondicionado incluyen temporizadores y modos de ahorro de energía. El uso inteligente de estas características puede ayudar a controlar mejor el consumo de energía y rebajar el coste de la factura a final de mes.
OTROS CONSEJOS
Además de las estrategias anteriores, existen otras rutinas que pueden ayudar a reducir el gasto eléctrico, como mantener las cortinas cerradas y las persianas bajadas durante las horas pico de calor, desde la mitad de la mañana hasta el final de la tarde, para mantener más fresco el hogar.
Los expertos aseguran que este simple gesto puede ayudar a reducir la entrada de calor en el interior de la vivienda, lo que reduce el uso excesivo de aire acondicionado. Otra de las acciones es ventilar la vivienda durante las primeras horas de la mañana y las últimas de la tarde, cuando las temperaturas son más bajas y pueda entrar aire fresco creando corrientes de aire que ayuden a bajar la temperatura de las estancias de manera natural.
Las plantas también pueden actuar como un aislante natural, al ayudar a mantener fresco el interior de las viviendas. Además, contribuyen a purificar el aire y a crean un ambiente más agradable, por lo que pueden ser un aliado para ayudar a ahorrar energía.
Por último, hay que asegurarse de que puertas y ventanas estén cerradas cuando el aire acondicionado esté funcionando para evitar la pérdida de aire fresco.
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