MADRID, 19 (SERVIMEDIA)
La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (Coag) lamentó este miércoles que el documento ‘Visión de la Agricultura y Alimentación para 2040’ presentad por el comisario de Agricultura de la Unión Europea, Christophe Hansen, es “una declaración de buenas intenciones plagada de serias contradicciones, que obvia las dos grandes amenazas para los agricultores y ganaderos de la Unión Europea: la ‘uberización’ del campo y la competencia desleal propiciada por los acuerdos de libre comercio firmados por la UE con terceros países”.
“La producción agraria actual se está viendo alterada de forma radical por una serie de motores ajenos que pueden desembocar en la desaparición del modelo social y profesional de agricultura. Comienzan a verse procesos de integración en toda la cadena, tendentes hacia el oligopolio, desde los proveedores de insumos, pasando por la producción hasta la comercialización que llega al consumidor”, explicó el secretario general de Coag, Miguel Padilla, quien consideró que los agricultores pueden verse inmersos en un proceso de alineación con los intereses de la cadena y ser convertidos en “meros maquileros”, con el consiguiente riesgo de ser sustituidos por robots.
Para Padilla, las administraciones deberían “aclararse” y dejar de poner la “alfombra roja” a las grandes corporaciones multinacionales y a los ‘fondos buitres’ que están “acaparando” las mejores tierras de regadío del sur de Europa. “No se puede abordar el reto del relevo generacional y la incorporación de jóvenes sin tener en cuenta este fenómeno”, aseguró.
Asimismo, indicó que la competencia desleal de las importaciones “sin control” está destruyendo el tejido productivo local, expulsando a los pequeños y medianos agricultores. “El acuerdo con Marruecos ha provocado la desaparición del cultivo de la judía verde en España y en el tomate cherry vamos por el mismo camino. Ahora, con Mercosur, el vacuno de carne, los cítricos o la miel, ven amenazada su rentabilidad”, lamentó Padilla.
En este sentido, el secretario general de COAG afirmó que los objetivos y la visión de la agricultura planteada por la Comisión Europea resultan “poco creíbles” si no hay un giro en la política de acuerdos comerciales comunitaria. “No basta con reconocer que los agricultores necesitan precios rentables, hay que protegerlos de una competencia desleal que los aboca a vender por debajo de costes de producción”, apostilló el responsable de COAG.
PRECIOS JUSTOS
En este sentido, desde COAG reivindicaron precios justos y unas rentas dignas para los hombres y mujeres del campo, para lo cual consideran fundamental abordar el reequilibrio de la cadena de valor y la competencia desleal de terceros países. Igualmente, indicaron que será fundamental contar con mecanismos de gestión y regulación de mercado que afronten las situaciones de crisis, bien dotados y financiados al margen de las ayudas directas.
Asimismo, aseguraron que habría que recuperar el principio de preferencia comunitaria y soberanía alimentaria frente a las importaciones sin control que no cumplen las normas comunitarias.
También reclamaron disponer de un período de adaptación para asumir los importantes cambios que se producirán y contar con apoyo importante tanto en ayudas como en inversiones, formación y asesoramiento al margen del presupuesto de la PAC. “La propia Comisión Europea calcula que se necesitarían alrededor de 62.000 millones de euros para cerrar la brecha de inversión en el sector agrícola y hacer realidad sus transiciones digital, ecológica y energética”. “Los agricultores y ganaderos queremos ser los protagonistas de la lucha contra el cambio climático y liderar el compromiso por un modelo agroalimentario sostenible, pero todo el esfuerzo no puede recaer única y exclusivamente sobre nuestras espaldas”, indicó la Coordinadora.
Por último, piden apoyar inversiones para reducir la dependencia energética de las explotaciones agrarias, favorecer el uso de energías renovables y para avanzar en la transformación digital de las explotaciones agrarias. “La transformación digital es un gran reto para el sector agrario, con grandes oportunidades, pero también riesgos y amenazas para nuestro modelo de agricultura y alimentación, que en última instancia puede provocar una fuerte reconversión”, indicó COAG, quien incidió en la importancia de realizar un uso “democrático y social” de las nuevas tecnologías, adaptado a los diversos factores y condicionantes propios de cada explotación agraria.
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